17.-¿Un secuestro?

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Realmente me preocupaba Valeri. Desde que llegué aquí lo único que la había visto hacer era tragar el bulling que la hacían ahí dentro pero no la veía nunca cln ganas de irse, es mas, siempre sonreía sobretodo cuando estaba con nosotros, en una ocasión me confesó que se sentía invencible. Me reí, reimos.

Hoy en concreto, sin embargo la he visto muy desanimada, sé que estuvo practicando a manejar su fuego. Para ella es muy complicado porque es un ser inestable me lo comentó una vez el Dr.K. por eso me dijo que no la presionaríamos pero no hizo falta, lo hizo ella sola. En su última sesión casi le prende fuego a todo, no sé como se sentirá al descontrolarse pero por lo que veo no es agradable. Además, el rumor corrió por los pasillos como su propio fuego en la sala, a eso se debieron los insultos de la mediodía. Le tocaron justo donde mas le dolía. Acabar con su hogar. Y juraría que fue la primera vez que la vi llorar.

Como ya sabéis después fuimos a consolarla aunque el pozo en el que había caído era demasiado profundo como para sacarla de ahí con unas palabras animadoras, de todas formas nos fuimos. Esperó que este bien sola.

(...)

Una vez acabé de hacer todas las tareas que tenía agenciadas decidí ir a ver que tal estaba Valeri. Prácticamente ya era de noche y la gente se dirigía al comedor para la cena por lo que no había nadie en los pasillos de las habitaciones salvo algún maleducado que al verme se chocaban intencionadamente conmigo, a veces dudaba de quien eran los buenos y los malos.

Al llegar frente a su puerta toqué la puerta pero solo se escuchó silencio. Esperé a que me abriera pero nada. Volví a tocar de nuevo, dos, tres veces. Nada. Abrí la puerta por mi cuenta y entré. Aparentemente no había nadie y entré al baño por si acaso pero nada. Me fijé en una nota que había sobre la cama.

Lo siento.

"¿Lo siento?" ¿Valeri había escrito esto? No se habría escapado, ella nunca haría eso, esto era su hogar a pesar de todo. Alex. Ese demonio asqueroso se la había llevsdo la había convencido seguro para que se fuera con él. Como sabía que no era bueno. Respiré hondo. Aun quedaban dos sitios donde mirar, pero claro si estaban allí no tendría mucho sentido la nota a no ser de que fuera de Alex que se había ido el por su cuenta...

Rápidamente salí corriendo a los dos sitios donde podrían estar.

Primero la biblioteca, corrí cual presa perseguida y no paré hasta llegar a la biblioteca y casi darme de bruces contra la puerta al abrirla. Todo en vano no había nadie.

Segundo lugar el jardín. Comencé de nuevo a correr pero esta vez con mas agovio y desazón que antes ya que había menos probabilidades de que Valeri estuviese allí y por tanto mas para que se hubiese escapado. Llegué casi sin aire pues le cogía y apenas sentía su alivio necesitaba más. Abrí la puerta y de nuevo nadie.

Se había ido.

Estuve apunto de derrumbarme allí frente la puerta. Pero no contenta con eso decidí buscsrla fuera por si todavía podía verla por la calle, quizás solo hubieran salido. Ojalá y fuera eso. Ese pensamiento me volvió mas débil he hizo que los escasos pero intensos recuerdos que tenía con Valeri llegaran a mi sobretodo aquel día que me salvó, he hicieron que llorara.

Volví a correr hasta mi habitación con todos mis músculos ardiendo, pero valía la pena para esto estaba entrenada. Abrí la puerta y de mi armario saqué una túnica que me tapaba por completo, me puse la capucha y me dispuse a saltar por el balcón ahora que todavía todos estaban en el comedor. Se iba a notar mi asuencia y como se enteraran de todo lo que estaba pasando se me iba a caer el pelo. Pero no iba a consentir que ese demonio se llevase a mi hermana sin más.

¿ÁNGEL O DEMONIO?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora