5.-Despedidas forzadas.

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*Narra Valeri*
Estamos mi padre, Ander y yo en la ladera en frente de casa, al momento empiezan a aparecer hombres vestidos de negro que nos rodean. Matan a papá.

(...)

Me desperté asustada por ese sueño tan extraño además de unos pinchazos en la cabeza cuando derrepente me viene a la cabeza lo que escuché hace dos años.

Dos años...es verdad...pronto será hora de irse a ese sitio. Demonios como no pude acordarme antes.

Derrepente empecé a sentir una ansiedad que hizo que quisiera vomitar y que no pudiera evitar hacerme una bola debajo de mis sábanas a parte de que no pude evitar que unas lágrima rodaran hasta mi boca sin permiso.

-No me quiero ir...- Susurré en mi cama impotente y empecé a llorar en silencio pero sin retener ni una sola lágrima en mis ojos. No sé cuanto tiempo pasé así pero en unos de mis intentos por parar entró mi hermano y al parecer me vio llorando y comenzaron las pregutas.

-¿Que te pasa enana?- Me preguntó, el también tenía una expresión triste pero esta empeoró al ver mi estado. ¿Y ahora que le decía? Él no puede saber que lo escuché. ¿O si? Sequé algunas lágrima que seguían resbalando por mi mejilla y hablé.

-¿Ander puedo contarte una cosa?- Bajé la cabeza intentando que me fuera más fácil hablar pero aun así me costaba hablar ya que el llanto volvía a querer posarse en mi garganta.

-Pues claro que pasa.

-¿Te acuerdas de cuando cumpliste diez años y papá te dio esa "charla"?

-Sí.- Afirmó.

-Pues...la escuché toda...sé lo que soy, lo de mi hermana gemela, lo de mi verdadera madre y lo de que nos vamos...Ander no quiero irme.- Comencé a llorar desconsoladamente abrazada a mi hermano, sin saber que hacer y aun que dudoso fue posando sus fuertes brazos al rededor de mi pequeño cuerpo sin saber que decir.

-Tranquila estarás conmigo, ya sabes que no soy tu hermano de verdad pero estaré siempre a tu lado.- Al escuchar esto sentí cierta felicidad; por un lado me molestaba mucho que no fuera mi hermano de verdad, han sido tantos años juntos...pero por otro lado me aliviaba que no lo fuera por que me gustaba y sabía que le tenía para mi solita. Pero si no se lo decía quizás me iban a dar calabazas. En fin esperaría unos años mas si no, no me tomaría enserio.
Derrepente entró mi padre algo preocupado no me gustaba su cara algo malo estaba pasando o iba a pasar.

-¿Ander tienes hechas las maletas? Supongo que si así que preparate para irte. Tu Valeri preparala y rápido no hagas preguntas y haz lo que te digo.- Sin duda no me gustaba nada. Estaba muy preocupado, ¿que pasaría?
Al segundo me puse a hacer lo que me dijo más relajada pero seguía sin querer irme pero no me podía negar así que no rechisté. Mientras guardaba ropa encontré en mi armario el collar que me dio Ander y me lo puse. Aquel collar me golpeó con un millón de recuerdos felices que sabía que nunca volverían a suceder cuando saliera de casa. Algo malo iba a pasar no sabía el porqué pero mi instinto si se puede llamar así me lo decía. Guardé mi ropa y algunos zapatos, salí de la casa y allí estaba mi padre y Ander muy nerviosos sobretodo mi padre. A los 5 minutos de estar allí, que se me hicieron eternos debido al silencio, empezó a sonar un fuerte ruido que se acercaba cada vez mas. Detrás de los árboles comenzó a aparecer un helicóptero este bajó y nos hizo unas señas para que subieramos. Ander y yo subimos pero mi padre...

-Papá sube.- Dije esperanzada pero en mi voz se notaba la ansiedad que aumentaba según le escuchaba hablar, su respuesta me dejo sin aliento.

-Cariño solo podéis ir Ander y tú lo siento.- Su rostro pasó de ser nervioso a entristecido y sin opciones.

Ander me agarró del brazo y me hizo sentarme. Intenté librarme de su agarre y con un par de tirones que solo me pusieron más nerviosa, me solté.

¿ÁNGEL O DEMONIO?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora