Capítulo IX: S.O.S.

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Octubre 31, 2015.

Narrador Omnisciente.

Dinah: Hasta que llegas, pensé que me harías esperar, ya me estaba cansando.

Camila: Lo lamento, estuve un rato con Sofi y luego Lauren pasó por mí y terminamos un poquito retrasadas.

Dinah: ¿Veinticinco minutos es poco? Oh lo siento.

Camila: Ya, ya te lo compensaré.

Comenzaron su recorrido por un montón de tiendas, ropa, accesorios, perfumería estaban cubriendo la pequeña plaza donde acostumbraban a pasar la tarde, había un cine, tiendas de música, etc.

Dinah: ¿Qué te parece este?

Camila: Dinah, es el vigésimo quinto vestido que te pruebas y la mayoría se te han visto perfectos, pero no tomas ninguno.

Dinah: Pues si, idiota... tengo que verme bien. No, no bien, tengo que verme perfecta, será una noche especial y estoy segura que Brad por fin me pedirá ser su chica.

Camila: Si tanto te importa ¿por qué no lo invitaste a él?

Dinah: Haces unas preguntas muy tontas, Mila.

Camila: Ay si. Haces unas preguntas muy tontas, Mila.

Luego de un par de vestidos más, por fin decidieron cual llevar, ambas estaban de acuerdo y era hora de ir a comer algo -antes de que Dinah se arrepintiera de su elección y decidiera probarse más vestidos-, terminaron en un restaurante de sushi. Una vez llegaron los rollitos.

Camila: Yei, Nemo.

Su amiga le soltó un golpe en su hombro y por la fuerza Camila fue impulsada hacia delante.

Dinah: No digas Nemo.

Camila: Auch -tomó su brazo intentado recuperarse del golpe.

Iban hablando de temas al azar, de regreso al coche Camila comenzó a sentir algo extraño, no había sido la comida o el hecho de que haya olvidado algo, más bien sus sentidos de alerta se agudizaron.

Alguien las seguía.

Constantemente ella volteaba, no veía a nadie, Dinah por su parte estaba ajena de todo el mundo pendiente de su celular. Camila tomó del brazo a su amiga y logró que su paso fuera más rápido, la chica de al lado no protestaba, creía que su mejor amiga sólo tenía prisa.

Los pasos detrás igual fueron en aumento, estaban cada vez más y más cerca, Camila no tuvo otra opción que entrar a una pequeña tienda de perfumería. Empujó a Dinah dentro.

Dinah: ¿Qué rayos te pasa?

Camila: Nos están siguiendo.

Dinah: ¿Qué? ¿Te has vuelto loca?

Camila: Calla.

La persona que hacía esto paso al lado de la tienda, llevaba una sudadera con capucha a color negro, unas botas estilo militar y vaqueros negros... muy similar a...

Camila: ¿Lo ves? -apuntó a la persona que poco a poco desaparecía- Esa es la persona que venía tras nosotras

Dinah: ¿Qué esa no es la vestimenta que Lauren usa siempre?

Esto confundió a Camila.

Camila: ¿Qué diablos haría Lauren siguiéndonos? Ella no puede ser.

A Sacred OathDonde viven las historias. Descúbrelo ahora