Capítulo XVII: Terrible Encuentro.

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POV Camila.

No sabía como tarda el tiempo cuando no tienes mucho que hacer... estaba tan cansada de lo mismo cada día y todo se volvía rutinario.
Hoy era domingo, saldría con Shawn. Ayer hablamos casi la mayor parte del día justo como hoy por la mañana, es un gran chico.

Como sea, las chicas insistieron en acompañarme a la playa... bueno tal vez yo las convencí un poquito, en realidad no quería estar a solas con el chico, no porque fuese malo por así decirlo... es sólo que aún no me siento lista para salir con alguien.

Tomé mis cosas que estaban preparadas desde anoche y salí al momento que el claxon del auto de Shawn tocó. Las chicas nos alcanzarían en la playa, aún no le había comentado nada respecto a eso pero encontraría la forma de hacerlo. Tal vez un encuentro 《casual》 sea la mejor manera de ponerlo.
El chico alto bajó a toda prisa del coche para tomar mi maleta y abrirme la puerta del copiloto, rápidamente metió mi mochila y subió a su lado.

Shawn: Ponte el cinturón, Mila.

No respondí.

Shawn: ¿Todo bien? -me miraba con algo de preocupación y me atrevo a decir que pena.

Camila: Todo en orden -le di una última aprobación con mi dedo pulgar-. Será mejor irnos, quiero broncearme un poco.

Shawn: A sus órdenes, señorita.

Me dio una última sonrisa y nos aventuramos al día. Mala idea.

En un cómodo silencio donde lo único perceptible era el radio llegamos por fin a la playa, estacionó el vehículo mientras tomaba mis cosas de la parte trasera del coche, él hizo lo mismo.
Como punto extra sacó una enorme sombrilla y algunos bocadillos que trajo, es bastante considerado ni por la cabeza se me pasó la idea de los bocadillos.
Colocándome las gafas de sol empecé a andar mirando como había decenas de personas, algunas recogían sus cosas, otras estaban dentro del agua y otras (en su mayoría) estaban tomando algunas cervezas, traté de buscar a las chicas pero no había rastros de ninguna.

No sé por qué, pero creo que van a dejarme sola justo como les pedí no lo hicieran.
Encontrando un buen lugar donde colocarnos pusimos todo en orden para después echarnos un rato en la arena, llevaba mis audífonos a todas partes y un libro. El chico a mi lado sólo me observaba entre ratos, tal vez creía que no me daba cuenta pero la vista periférica le puede decir otra cosa.

Camila: ¿Puedes dejar de mirarme? -dije con un tono lo más amable posible para no hacerlo sentir mal.

Shawn: No.

Camila: ¿Qué?

Shawn: Te dije que no, Mila. Eres muy linda como para no mirarte.

Camila: Shawn... -me senté en la toalla.

Shawn: No. Así déjalo. Voy a mirarte porque me pareces una chica muy linda y no está a discusión.

Suspiré derrotada mientras descansaba un poco los hombros.

Camila: Está bien.

Shawn: Mejor vamos al agua un poco -hizo un puchero mejor que un bebé mientras juntaba sus manos suplicando.

Camila: ¿Por qué me haces esto?

Shawn: Anda floja -me tendió su mano y de un tirón me levantó-. El último que llegue paga los helados.

Y sin darme tiempo de responder se echó a correr, iba tras de él pero aún así no conseguiría ganar, varias personas se atravesaron en mi camino impidiendo que tan siquiera tuviera un chance. Como pude entré al agua que estaba deliciosa. Me acerqué a él, empezamos a jugar como dos niños pequeños a salpicarnos. Entre risas y  un sinfín de gritos por mi parte me liberé de esa presión que me atormentaba estas últimas semanas de hecho ya había comido algo, no tan bien como acostumbro pero me sirvió de mucho.

A Sacred OathDonde viven las historias. Descúbrelo ahora