Capítulo XXIX: Espionaje.

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Camila: ¿Todos listos?

Shawn: ¡Si capitán, estamos listos!

Directamente de la oscuridad ambos chicos se disponían a salir de una vez y llevar a cabo el tan esperando plan. En un inicio querían incluir a otras personas, ya saben, tal vez Ally o Normani, pero decidieron ir solos, bueno, casi solos.
Lauren no estaba enterada de lo que la chica quería hacer. Camila logró contactar a Keana y la chica si que estaba con ellos. Shawn por su parte encontró a Adam. Ahora los cuatro estaban dentro de una camioneta bastante linda y nada llamativa. Querían pasar desapercibidos y esperaban conseguirlo.

Los armadores del lío iban en la parte trasera. Lo único que se podía distinguir era como una pequeña luz iluminaba solamente los ojos de Adam y Keana.

Camila: ¿Alguna pregunta?

Shawn: ¿Este atuendo me hace ver gordo?

Los tres lo miraron.

Keana: ¿Qué?

Adam: ¡Cóncentrate, Shawn!

Shawn: Bien. Perdón -volvía a su posición.

Camila: ¿A qué hora se supone que sale de ahí?

Adam: Por lo regular sale cerca de media noche.

Camila: ¿Tan tarde?

Keana: ¿Cuál es la prisa, preciosa? Aún falta media hora.

Camila: Sí, lo siento -inhalaba y exhalaba una y otra vez-. Es sólo que estoy un poco nerviosa.

Adam: Descuida Mila. Te cuidaremos.

El espacio lo llenaba la música proveniente de aquel radio.
Permanecieron en completo silencio durante los siguientes minutos, a excepción de cuando el chico se quejaba de su atuendo. Camila movía inconscientemente su pie, no dejaba de sentir aquel nerviosismo. Recorría su espina dorsal y odiaba la sensación, por lo regular nunca traía nada bueno. 

Adam: Llegó la hora, familia.

Observaron desde las sombras como el chico tomaba su auto y se marchaba por la carretera, esperaron un minuto y encendieron el coche.
El auto dio un giro a la derecha. Brad iba dos semáforos delante de ellos ¿que cómo lo sabían? Fácil. El aura que ellos emanaban.

Justo en ese momento que Camila recordó como él podía sentir su presencia habló.

Camila: ¿Él puede sentirme cierto?

Adam: En realidad eso que llevas puesto de ayuda a despistar -dijo mientras se detenía en el semáforo-. Es como un "anti-ángeles", así que no te preocupes, Cabello.

Le regaló una linda sonrisa por el retrovisor.

Keana: ¿Nos crees tan tontos? -rió- Si Lauren se entera de que te llevamos con él nos fusila a ambos.

Volvían a la marcha. Brad estacionó a unos diez metros desde donde los chicos observaban.

Una cafetería.

Shawn: ¿Qué hace aquí?

Adam: Oh no lo sé. Quizá quiere un café ¿tú qué crees, Keana?

Shawn: Ya entiendo. Ese sarcasmo no te ayuda mucho, hermano.

Adam: Cállate.

Keana: Shhh. Volvió al auto.

Persiguieron al chico por los siguientes veinte minutos y todo parecía en orden. Él pasaba a hacer algunas compras, nada fuera de lo común. Camila se estaba quedando dormida debido a los desvelos de las noches anteriores. Cuando el coche dio un repentino frenón.

A Sacred OathDonde viven las historias. Descúbrelo ahora