Familia

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El amor no existía.

Definitivamente no el amor romántico del cual tanto hablan los libros, definitivamente ese tipo de amor era nada más que una fantasía. Así es como pensaba Kōki, quien siempre había vivido en un ambiente familiar tenso. Sentía que sus padres no se amaban en realidad, que las peleas formaban algo normal al menos en los últimos años.

"Quizás hubiese sido mejor que no los hubiésemos tenido" Escuchó decir a su padre una vez. Refiriéndose a él y a su hermano mayor quien se abrazaba las piernas, preocupado.

"Sabes que ahora no se puede hacer nada, si son las órdenes del emperador y el futuro emperador no nos podemos oponer"

La mujer se tensó mirando hacia abajo mientras tejía o al menos eso intentaba.

"En dos años ese...ese niño cumplirá los 13 años y sabes lo que sucederá entonces Masako ¡¡Debemos sacar a Kōki y Satoshi de aquí!!"

"No seas estúpido, si intentamos escapar nos encontraran y nos mataran ¿No recuerdas que eso mismo ocurrió con la generación de Masaomi? Mataron a los padres de los niños que intentaron escapar"

"Con nosotros será distinto ¡Tiene que serlo!"

La mujer estaba fastidiada y no miraba a su esposo. Solo intentaba tejer pues las palabras de su pareja eran absurdas. El hombre percibió que ella no lo tomaba en serio y le gritó:

"¡¡Esta bien!! ¡¡Si quieres que maten a nuestros hijos es cosa tuya pero yo no lo pienso permitir!!"

"No te llevaras a Kōki ni a Satoshi" Su voz reveló la verdadera angustia que estaba sufriendo aquella madre.

"Ya lo veremos" Gruñó el hombre y ese día se fueron a dormir más temprano de lo habitual.


Furihata no volvió a ver a su padre ni a su hermano después de eso. Nunca supo si vivieron, si lograron escapar o que los mataron y su madre nunca volvió a hablar del tema tampoco, tenía prohibido hablar de ello.

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—No —Repitió Furihata nuevamente mirando fijamente a esos ojos rojos que parecían bastante intimidantes aunque el chico solo tenía 13 años, los mismos que poseía Furihata en ese momento.

—Eres bastante atrevido—Alzó las cejas —Pero mi decisión está tomada. —Akashi vio a su acompañante el sirviente fiel Mibuchi y le hizo un gesto. —Quiero que hagas que Kōki coma y se vista de ahora en adelante adecuadamente para su puesto. Por ahora regrésalo a su casa con su familia. Mañana espero que vengas conmigo Kōki, quiero conocerte mejor.

— ¡¿A qué familia me van a regresar?! ¡Que sepas que por culpa tuya no tengo familia!

El chihuahua recibió una fuerte bofetada, pero no del pelirrojo sino de su sirviente Reo Mibuchi.

—¡¡Cállate!! ¡No hables tan atrevidamente a Sei-chan mocoso!

Furihata gruñó y miró furiosamente al panda de melena negra como queriéndolo morder furiosamente, sus dientes eran caninos en su mayoría al ser un híbrido perro. Akashi parpadeo ligeramente dándose cuenta de la marca hecha por el bofetón a Furihata y le dio una mirada de reojo a Mibuchi

—Reo, abstente de golpear a mi pareja. Pronto aprenderá a comportarse como se debe.

—Sei-chan...este mocoso es...

— ¿Quieres que te lo repita? Otra cosa. —Sus ojos se vuelven a enfocar en el chihuahua que cada vez parecía más enojado y asustado a la vez. —Kōki dice que no tiene familia ¿Qué hicieron con su madre y su padre? Y quiero la verdad Reo.

—Su padre y su hermano desaparecieron hace unos años y su madre iba a ser sacrificada con las otras familias que intentaron huir con sus hijos para que no se presentaran aquí. —No le gustaba decirle cosas tan crueles a Seijūrō, pero el pelirrojo odiaba las mentiras.

—Mi mamá...—Sentía Furi que perdía un poco el aire en ese momento ¿Su madre todavía estaba viva? ¿Va a ser sacrificada? No puede ser.

— ¿Van a hacer que un montón de niños incluyendo a mi futuro esposo sean condenados a ser huérfanos? Impídelo. No debes hacer algo tan descabellado. Ningún niño en el mundo debe quedarse sin su madre ni padre. Además ya escogí a mi elegido.

—Sei-chan, su padre se enfadará.

—Siempre le puedes decir una buena mentira, que en realidad no huyeron de cualquier modo yo hablare con mi padre si es que llega a enterarse. Solo impide que maten a las madres ahora.

El panda hizo una reverencia y ordenó a los soldados que fueran a dejar los niños con sus madres y que los dejaran en paz.

—Listo Kōki, he salvado a tu madre. Me merezco algo al menos, debes agradecer a tu futuro marido y emperador.

Furihata suspiraba de alivio sosteniéndose el pecho cuando el pelirrojo le ordeno a aquel padre liberar a las madres, estaba tan feliz. Al menos no había perdido completamente a su familia.

— ¿Qué desea Akashi-sama?—Aquellos ojos café aún miraban al futuro emperador con algo de recelo.

El olor de Furihata había tomado un tono más fresco, pero aún seguía siendo delicioso, más aún. Tenía una extraña tentación al oler aquella fragancia dulce que solo Kōki podía emitir, quería morder ¿Ya deseaba comerlo? No, no era eso.

— Dime por mi nombre: Seijūrō. Quiero un beso. Solo un beso y te dejaré volver a casa por hoy claro está.

— ¿Tan pronto?—Abrió los ojos de una manera algo exagerada queriendo retroceder pero el mismo Akashi se lo impide. Cerró los ojos esperando a ser besado con algo de inquietud y nervios a su vez moviendo la cola y agachando las orejas con algo de temor.

Pero el beso no llegaba, abrió los ojos y vio al emperador riendo ligeramente.

— ¿Creías que yo iba a besarte? Tú debes darme ese beso a mi Kōki.

Sintió una sensación incomoda en el pecho al tener que besar al emperador, aunque bastantes de los chicos se habían marchado con sus madres y padres, aún había suficiente gente que los miraba. Lo cual hacia el acto bastante vergonzoso. Trago saliva mientras el futuro emperador le esperaba con los brazos cruzados.

— ¿Puede cerrar los ojos? —Pidió con algo de timidez. Suspiraba un poco nervioso y molesto, era la primera vez que besaba a alguien de esa manera.

Akashi suspiro por la lentitud de aquel chico, pero obedeció porque quería sentir aquel aroma que le traía recuerdos tan buenos, mientras el chihuahua besara su mejilla podría tener su olor más de cerca y poder retener esa deliciosa fragancia un poco más en su nariz.

Sin embargo no pensaba que en vez de un beso en la mejilla, Furihata le diera un beso en los labios, lo cual lo tomó por sorpresa por completo.

Al separarse ambos tenían la cara roja. ¿Qué pasaría con estos dos chicos de ahora en adelante?






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