1. Window

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Dieron las 5:30 a.m. y mi despertador comenzó a sonar tan fastidiosamente como es costumbre.

Más dormida que despierta estiré mi brazo hacia aquella maquinita tan molesta para lograr apagarla después de unos cuantos intentos y poder continuar durmiendo.

-- ❀ --

-¡Seiyun! , son las 7:00 a.m.
Ya no llegarás a la escuela. ¿Puedes explicarme porqué sigues dormida?-Entró mi madre a mi habitación, regañándome histéricamente. Provocó que pegara un brinco del susto por el alto tono de su voz y que me sentara con rapidez en la orilla de la cama mientras tallaba mis ojos adormilada.

-Mi alarma no sonó... Creo que olvidé ponerla mamá, lo siento.-Mentí con inocencia en un balbuceo bastante modorro. Escuché un suspiro con pesadez de su parte.

-Está bien- Suspiró con resignación luego de pensárselo- Supongo que una vez que hayas faltado en el año no influirá en tus calificaciones.- Me dijo, depositando un beso sobre mi frente para después retirarse.

Estiré mis brazos luego de haber empapado mi rostro con agua del grifo y estar totalmente despierta. Una vez seca, me acerqué a mirar a través de mi ventana que daba a la casa de un lado, percatándome de que había unas cuantas maletas y cajas en la puerta de entrada.

¡¿YuQi se mudará?!

Me coloqué mis pantuflas de jirafas con rapidez para de la misma forma bajar las escaleras y salir de casa, corriendo hasta la suya y parándome justo a un lado de las maletas.

-¡YuQi! -Grité tocando la puerta ansiosamente; un par de segundos después ésta se abrió, mostrando dentro a una chica de cabello despeinado y tan fachosa como yo.

-¿Qué mosco te ha picado?- Me preguntó irritada con una cajita de leche en la mano.

-¿Qué es todo esto?- Me moví a un lado para que viera el montón de maletas y cajas.

-Ahh...-Su gesto pareció empeorar al mirarlas. Dejó la caja de leche a un lado y dio un paso hacia adelante para quedar junto a mí. -El hijo de mi padrastro va a venir un largo tiempo a vivir aquí, en verdad espero que no sea para siempre.-Abultó sus labios. Al parecer también recién acababa de despertar.

-¿El chico-poste fastidioso del que me hablaste un par de veces?-Le pregunté con mis cejas alzadas, mostrando sorpresa.

-Ajá... Sus cosas ya están aquí pero no a qué hora vaya a llegar él, viene de Hong Kong. Y ya que estás aquí, ayúdame a subir todo esto, anda. -YuQi cargó una maleta y me la dió a mí, no me quedó más remedio que aceptar.

Nos llevó aproximadamente 30 minutos subir todas las cosas a la habitación. Una vez que acabamos, dejé caer mi trasero contra el suelo, exhausta de subir y bajar escaleras.

Miré por la ventana, percatándome que ésta quedaba justo enfrente a la de mi cuarto.

-Ya te imaginé viéndolo desvestirse desde tu recámara- Bromeó con un gesto pillo mi mejor amiga, parada justo detrás de mí.

-Ni que fuera un galán de dramas- Me giré hacia ella, hablando con cierto sarcasmo.

-Es medio apuesto... -Susurró, quedándose pensando unos cuantos segundos.
-Olvídalo, -Negó levemente con su cabeza- Es horrible. -Se dio la vuelta y comenzó a husmear en una de las cajas.

-- ❀ --

El día transcurrió como cualquier otro fin de semana a pesar de ser Lunes.

A eso de las 10:30 p.m. (Después de haber pasado toda la tarde junto a YuQi hablando de cualquier tontería mientras mirábamos películas y nos atragantábamos de comida como gordas felices) Regresé a mi casa, en donde apenas entré, pude escuchar la consola de videojuegos encendida.

-¡Seiyun! -Me recibió una pequeña de ocho años con el cabello revuelto y un control inalámbrico en la mano.

-Hola beba-Saludé a mi hermana menor, apretando sus grandes mejillas con mis dedos.

Subí las escaleras y pasé por la habitación de mis padres, quienes estaban recostados en su amplia cama mirando una serie de narcos, ya se había vuelto una costumbre.

Preferí no molestarlos y seguí caminando hasta mi habitación, en donde cerré la puerta y me dejé caer en el sofá, teniendo mi celular en manos.
Navegué por Internet un buen rato, hasta que un grito me hizo salir de mi comodidad. Era proveniente de afuera, una voz gruesa y rasposa gritaba y reía en lo que supuse que era una videollamada.

Pude comprobar que aquellos gritos venían de la casa de YuQi, o más bien de la ventana que tenía a unos ocho metros de distancia.

No podía ver de quién se trataba pues las cortinas estaban cerradas, únicamente se notaba la luz encendida de aquella habitación.

Sin saber la razón me quedé un buen rato sentada frente a mi ventana, escuchando esa voz tan grave y ruidosa, perfectamente audible desde mi punto.

-Hay muchos lugares para comer aquí... I like it! -Alcancé a escuchar. -Además, hay una niña linda espiándome aquí enfrente.

✘Banned✘ [ωοηg уυкнєι] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora