✘Banned✘ [ωοηg уυкнєι]

17. Risk

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El día de hoy para mi sorpresa he despertado por instinto a unos diez minutos antes de que la alarma comenzará con su fastidioso ruido. Después de una tranquila y refrescante ducha, justo cuando buscaba el uniforme recordé que había llegado el fin de semana.

No sé dónde tengo mi cerebro estos últimos días.

Relacionado a eso, mis calificaciones han disminuido sorprendentemente. Siempre me había distinguido como una alumna ejemplar de diez y que se le premiaba con halagos; pero la semana anterior cuando entregaron mi boleta lo único que recibí fueron sermones y regaños de mis padres.

Peor aún.

Me confiscaron mi celular, mi laptop y no podré salir en todo un mes, a excepción de ir a la escuela y venir de regreso.

Y la verdad ya no sé si en verdad me importa.

¿YukHei me querrá aunque lleve un seis en mi boleta?

Sea sano o no, supongo que me he estado enfocando demasiado en él. Como si me tuviera bajo un hechizo, tampoco es que me queje de ello.

-¿Madrugando, preciosa? -Mi corazón se detuvo al escuchar su voz proveniente de afuera. Con una sonrisa automática en mi rostro asomé mi cabeza por la ventana y Dios, estaba sin playera.

-Me levanté pensando que había clases- Le respondí sin lograr evitar pasear mi mirada por su perfecto abdomen. Apreté los labios con vergüenza cuando pareció darse cuenta de aquello. -¿Y tú? ¿Porqué estás despierto tan temprano?

-No pude dormir, ¿puedes ver mis ojeras desde allí?- Me preguntó con sus cejas alzadas, impulsando su pecho ligeramente hacia adelante.

-No, yo te veo normal -Guapísimo y varonil como siempre.

Yuk se dio la vuelta para poner seguro a su puerta, segundos después volvió a la ventana.

-Ven a mí- Me llamó, extendiéndome sus brazos.

-¿Estás loco?

-Es fácil, yo te ayudaré.. ¡Porfavor!- Soltó él con una sonrisa de aliento y una tontamente tierna cara de perrito. ¿Acaso quería que me matara?

-No.. -Respondí sin querer mostrar demasiado temor, aún así alejándome levemente del marco de la ventana. -Pisaré mal y caeré

-No lo creo, ya crucé como unas diez veces antes, si los troncos pueden conmigo, contigo tres veces más, ¡come on!- Me quedé mirándole con el rostro pálido. Si a algo le temía era a las alturas. Pero era YukHei quién me pedía que me atreviera, no había manera de negarme a ese precioso idiota.

-Lo voy a intentar.. Pero vas a estar sentado en la orilla para darme la mano..- Mi voz tembló y le odié cuando su rostro reflejó victoria.

-A tus órdenes, nena- Se acomodó tal y como le dije, no podía creer lo que estaba a punto de hacer.

Envuelta en miedo y adrenalina estiré mis piernas temblorosas al tronco del árbol, di pisadas tratando de aplicar el menor peso posible y cuando ya no tenía la ventana a mi alcance me aferré a una rama, teniendo demasiadas ganas de maldecirle en alto.

-Ven aquí Sei- Con una voz serena se estiró hacia mí, yo después de un buen rato de estarlo pensando me lancé a sus brazos, los cuales me tomaron con firmeza y metieron a su habitación.

Mi cuerpo no paraba de temblar, no solía ser alguien que le gustara tomar riesgos en ese aspecto.

-¡No sé cómo logras que haga estupideces de este grado!- Solté con mis dientes apretados. Su cuerpo cobijó el mío en un cálido abrazo, y por más que lo negara aquello me tranquilizó.