✘Banned✘ [ωοηg уυкнєι]

26. Need u

-¿Puedo saber de dónde vienes?

Mi cabello estaba alborotado y tenía unas gigantescas ojeras que adornaban mis ojos irritados. No había dormido durante el resto de horas que quedaron de la noche después de haber despertado. No pude sabiendo que Wong no estaba en la habitación conmigo, aunque tampoco iba a atreverme a salir a buscarle; corría el riesgo de volver a cometer una estupidez y pasar vergüenza gracias a mi torpeza. Aún más siendo de media noche.

-¿Me harías el favor de responder?- Insistí. Wong dió un portazo que me hizo sobresaltarme. Desde mi punto podía percibir su apestoso olor a una mezcla de alcohol y humo.

-No tenía sueño y salí a tomar. ¿Algún problema? -Su voz era áspera y su mirada no parecía tener un punto fijo al principio. Parecía otra persona.

-¿Con quién?- Apreté levemente mis labios. Mis ojos no se despegaron de los suyos. Se estaba aproximando hacia mí y una extraña adrenalina corrió por mis venas.
Comenzó a gatear sobre la cama. Me veía como una fiera a punto de lanzarse a su presa. No podía mover un sólo dedo. Pronto, me sujetó por el cuello y sin soltarlo me empujó lentamente hacia atrás. Mi espalda quedó recostada sobre la cama. La presión de su palma comprimiendo mi garganta me daba apenas para poder respirar.

-¿De verdad quieres que te diga...?- Sonrió de repente, pero no de la misma forma que siempre. Ésta vez había algo distinto, algo que realmente no comprendía. Podía sentir su aliento sobre mi rostro. Estaba tan cerca, analizando los gestos que él mismo causaba en mí por su extraño trato.

Entre todo eso me era difícil pensar con claridad.
De pronto comencé a temer de su respuesta. Me hizo preguntarme a mí misma si de verdad necesitaba saber con quién estuvo.
Llegué a la conclusión de que prefería no saberlo. Si se trataba de algo malo sufriría, era mejor sólo dejarlo pasar.

-No..-Solté bajo acompañado un leve pujido. Wong me observó por un momento, después sus párpados cerraron y con ello la proximidad fue suficiente para predecir lo que venía después.
Pero no fue como pensé. Se detuvo justo cuando creí que iba a besarme; dejó a mis labios en espera de los suyos y ante eso río.

Me quedé en un silencio bastante tenso. Tenía una sensación sumamente rara en el pecho.

-Suéltame- Pedí en una voz seca. No había notado que su fuerza aplicada fue incrementando de a poco. Al cabo de unos cuantos segundos me era casi imposible coger aire. -Yuk..- Traté de tomar fuerza y comenzar a patalear. Mis puños intentaron golpear su pecho. Justo en ese momento al fin me soltó.
Pude por fin tomar una enorme bocanada de aire para recuperar el perdido, acompañada de tos y malestar en mi garganta.

-¿Qué te pasa?- Lo miré desconcertada. Tocaba mi piel lastimada. Estaba caliente y muy sensible, seguramente roja. -Estás muy borracho..

-Sí, debe ser eso. -Respondió él sin apartarse un centímetro de mí. Me sonrió sin mostrar los dientes. Algo andaba muy mal.

-Quítate- Comencé a empujarlo y extrañamente no puso resistencia. Cuando se dejó caer a un lado mío, rápidamente sujeté bien las sábanas envueltas en mi cuerpo y con estas me puse de pie.

-¿A dónde vas cielo? -Me limité a no responder, además era demasiado obvio. Caminé hasta el baño y cerré detrás mío, una vez dentro pude soltar las cobijas. Mi cuerpo desnudo recibió una brisa de escalofríos. Por el rabillo del ojo logré ver unas cuantas marcas y chupetes en mi cuerpo reflejado en el espejo. Las di por ignoradas.

Abrí la llave de la regadera y el agua tibia me recorrió de pies a cabeza.
Comencé a formular un par de teorías a su favor que me hicieran sentir un poco mejor.