Capitulo 1

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Era una tarde soleada de verano, el sol parecía quemarlo todo. Nicolas empacaba ropas de distintos tonos y modelos en una gran maleta.

- y ahora que, no me digas que por fin te largaras - dijo jade parada frente a su esposo mirando como doblaba la ropa correctamente dentro de la maleta. Nicolas alzo la mirada y dijo -tengo unos negocios que hacer en el país vecino. Probablemente este de regreso en 3 semanas por lo menos - Jade suspiro aliviada por que vivía en paz mientras el no estaba.




Solo sintió el peso de la mochila sobre su cabeza, su vista se nublaba, quería ponerse de pie pero sus piernas no respondían, sintió un pie encajarse en sus costillas y el aire de sus pulmones irse.

- Eres un palillo mírate, apunto de quebrarte - dijo una chica de manos y cuerpo regordete antes de jalar los negros cabellos de Marly.
- Suéltame por favor -dijo marly cuando el aire volvió a sus pulmones pero solo recibió un golpe en su cabeza que la llevo a estrellar la nariz en el suelo.

Así eran todos los días en la escuela para Marly, desde soportar miradas recriminatorias por su apariencia sumisa y torpe, envidia por su delgado cuerpo huesudo, hasta golpes de mujeres mucho mas grandes que ella, por suerte siempre llegaba a tiempo su angel guardián. Mitzuki

- DEJALA EN PAZ GORDA GRASIENTA!!!- grito mitzuki propinándole un golpe a la chica, derribándola al suelo. Si quizás el que mitzuki defendiera a su hermana le ocasionaría mas problemas a Marly, pero sinceramente ella no lo hacia con esa intención, queria ver a su hermana respetada por todos. Y lo unico que ella podía hacer era defenderla cómo siempre.





Al salir de la escuela Mitzuki busco a su hermana. Marly estaba en las gradas de la escuela utilizando un poco de maquillaje, mitzuki odiaba que escondiera los golpes por que si mama los descubría seria peor, pero que mas podían hacer ambas que no fuera ganar tiempo y así poder estar mas tiempo con su madre. Ella se acerco a Marly y la ayudo a terminar de poner el maquillaje.

-sabes, aun están en pie las clases de defensa personal - le dijo a marly riendo un poco para quitar la tensión del aire.

A Marly se le llenaron los ojos de lagrimas, estaba arta, de tantos golpes, y malas palabras, pero sobre todo arta de ser mas débil de lo que todos creían que era. No sabia como decirle a su hermana que ya no quería seguir. Mitzuki limpio cada lágrima que habia en sus mejillas y le regalo una sonrisa.

- vamos a casa, prometo prepararte un te con miel tibio - dijo animando a Marly y así la llevo a casa.

Jade estaba feliz con sus dos hijas en casa, se la pasaban cocinando todo lo que podían, pintando algunas vasijas de barro o cualquier tontería que se les ocurriera.

Mitzuki y Marly estaban por alistarse para otro día mas en la escuela cuando su madre atravesó la puerta con una cara traviesa.

-saben, dicen que hay un pequeño lago cerca de aquí, que tal si, solo por hoy se toman el día libre y vamos un rato - ambas hermanas se miraron emocionadas sabían que debían aprovechar todo el tiempo que su padre no estaba pero sobre todo, los pocos momentos que aun quedaban de su madre.

Y así fue, tuvieron un día maravilloso alado de su madre, aun que eran unas adolescentes aun les gustaba divertirse como cuando eran niñas y su madre sabia que guardaría en su memoria esos pequeños momentos.







Varios años pasaron todo volvió a su curso, Nicolas por su parte veía a sus hijas crecer y se preguntaba, ¿por que no sentía nada? En el sentido de la palabra a el no le removía ni siquiera un poquito la conciencia acerca de, que pasaba mas haya de lo que veía en ese par de jóvenes jugando a cada rato, y después miraba a su esposa con una sonrisa en el rostro al verlas y su pecho se llenaba de ira, pues en el fondo Jade, era la mujer que siempre amo, solo que ella se alejo mucho de el al enterarse de su enfermedad, ambos se culpaban del distanciamiento que habían tenido mas sin embargo ninguno hacia nada para remediarlo.

Era un fin de semana largo, Marly ayudaba a su madre en la cocina y Mitzuki holgazaneaba un rato. Jade llevaba días sin que sus medicamentos surtieran efecto, el dolor en su pecho era intenso, mas sin embargo quería disimularlo, pues faltaba muy poco para su siguiente revisión medica así que pediría medicamentos de mayor efecto. Hasta que, sintió como sus pulmones se contraían dejándola sin oxígeno, ella intento sostenerse de la tabla y no caer, unas manos la sostuvieron, eran sus hijas quienes la llevaron hasta uno de los sillones y le colocaron un respirador artificial para ayudarla. El cual parecía surtir muy poco efecto.

- Mitzuki hay que llamar a una ambulancia! - dijo Marly mirando a su madre perder el conocimiento.


Y allí esta ella, la madre que la había cuidado de ella, ahora estaba en una cama de hospital en coma, ambas niñas escuchaban como los doctores recomendaban dejar ir a su madre por que ya era inevitable. Su madre se iría pronto.

Nicolas se acerco al cuerpo de su mujer con su corazón latiendo aun ta que solo así podría escucharlo antes de partir de ese mundo.

- Gracias, por nuestra hija en común, por cuidar de Marly aun que ella no era nada tuyo al inicio, gracias, por... confiar en este hombre que te amo mientras estabas llena de vida, pero sobre todo, lamento haberte dado la espalda cuando mas me necesitabas - luego de decir esas palabras entre lagrimas pensó en aquella joven de ase años, Ruth la madre de Marly, quizás ella en el lugar donde estuviera estaba llamando a Jade, para vengarse de la separación de su hija y su muerte. Pero al parecer Nicolas no se arrepentía de nada.

Algunos meses pasaron, Nicolas aun que antes no era un dulce con sus hijas y tampoco les regalaba afecto, ahora se había convertido en un mounstro temible, estaba perdido en el alcohol y la depresión. Sus hijas intentaban cuidar de el aun que este no quisiera e incluso a cambio recibieran golpes de su parte.

Y ahora todo era al revés Marly vivía un infierno dentro de su casa, pero en el trabajo todo era distinto, había encontrado un ....

Amigo

I'm a problemDonde viven las historias. Descúbrelo ahora