Fiestas

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Recomendación Musical: "Remember Me" – Thomas Bergersen

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―¡¿Akuma?! ―el grito de todo Tensai atrajo más de una mirada.

―¿Por qué no habías dicho nada, Odayaka-kun? ―el entrenador inquirió en un tono preocupado― Te preguntamos si todo iba con normalidad en la Copa de Invierno y nos dijiste que sí..., que sólo debíamos preocuparnos por luchar contra una Reina en la final.

―Y no fue mentira ―dijo el menor al escuchar una pausa―. Hasta ahora, las líderes de Chūbu han logrado vencer a escuelas de gran renombre. No entiendo la razón de que se preocupen por una escuela más. Saben, ¿por qué?

―De seguro porque estás en primero ―la capitana fue quien decidió tomar la palabra y atrajo las expresiones sorprendidas de sus demás compañeros, en especial la de su as―, y perdona si te ofendo, pero tú no estuviste cuando esas arpías atacaban a una de nosotras hasta mandarla al hospital; tú no sabes el miedo que tenemos por imaginar a cualquiera bajo las garras de esas bestias. Creímos que por fin nos libraríamos de ellas...

―No ―intervino Odayaka―, no es por eso. La verdadera razón es porque es una alineación totalmente nueva.

Mientras el resto del equipo se volvía hacia el mánager con expresiones confundidas, Katomi recordó aquel encuentro que tuvo con las viejas titulares hacía varios meses. Rememoró las palabras que Hosoku Arale le había susurrado y supo que no había más peligro: Izanami Kesshō y Hitogoroshi Kirara habían abandonado el mundo del deporte. Cuando volvieran a encontrarse con las jugadoras gris y zafiro, serían con completas desconocidas.

―Al parecer ―la voz del varón hizo que la peli-naranja saliera de sus pensamientos―, el equipo nuevo no quiere revelar nada a la luz hasta enfrentarse a ustedes. La información que he conseguido es escasa, pero puedo asegurar que conseguiré todo para la final.

―Admiro tu determinación, Taka-chan ―Katomi exclamó―, pero una semana es muy poco tiempo para reunir la información de una nueva generación. Creo que con su modo de juego...

―Perdón, perdón ―el menor le interrumpió―. Es cierto, lo olvidé ―sostuvo una hoja en sus manos y se la entregó al entrenador―. Como la Copa de Invierno femenil se atrasó este año, los organizadores tuvieron problemas para la final y hay un atraso de mes y medio, por lo que el juego se disputará el siguiente año.

―Fantástico ―Yūgana expresó entre dientes y en un tono lleno de frustración―, justo cuando todos estamos gordos por las comidas de Navidad y Año Nuevo. Ni modo. ¿Saben lo que eso significa?

―Mayor tiempo para prepararnos.

―Más entrenamientos.

―Mejores posibilidades de obtener la victoria.

―Hai, hai ―la rubia dibujó una mueca que era bastante conocida para la única oji-naranja―. Esos son buenos puntos que obtendremos, pero lo mejor es ―de un instante a otro, rodeó los hombros de Kanryō y la atrajo hacia sí―, que tu castigo será de todo un mes y medio, Gin-chan.

Acto seguido, Yūgana ignoró las súplicas de la menor y la arrastró fuera del edificio, bajo las miradas de todos los presentes. Shijima rodó los ojos y siguió con la mirada el cuerpo de sus dos estudiantes. Al ver que su capitana forzaba a la oji-gris en el autobús, supo que debía actuar rápido para que no ocurriera una masacre.

―Hay cosas que jamás cambiarán ―exclamó para sí mismo―. Mis niñas, hora de regresar a Tensai ―mientras la mayoría de las estudiantes obedecían al entrenador, éste miró sobre su hombro y se encontró con el rostro sonriente de su estrella―. Nos vemos en el entrenamiento de mañana, Katomi. Cuídense, prodigios. Adiós, Alexandra.

Ave FénixWhere stories live. Discover now