Capítulo 27

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En cuanto llegue a el parque lo ví sentado en una de las bancas, estaba mirando al otro lado por lo que no se percató que yo estaba ahí.

— Hola.

Dije ya cuando estaba cerca y me senté al lado suyo. Colocó una mano entre sus ojos y suspiro, volteó a verme y tenía los ojos rojos.

— ¿Estás bien? Que pasó...

Puse mi mano sobre la suya pero la quito, okey esto no me gusta nada

— ¿Porque me mentiste _____?

— ¿Qué? No no sé a qué te refieres.

— Tal vez esto te ayude a recordar.

Se paró y tomo mi mano dejando algo en esta.

— Hablame cuando tengas pruebas de que lo que yo creo no es cierto, por favor.

Se dió la vuelta y camino hasta su auto para luego irse, abrí la mano para ver qué me había dado y era un anillo de bodas pero.... No por su parte, era el que me había dado Tom cuando nos casamos.

De acuerdo les explicaré todo, cuando tenía 15 años mi padre hizo tratos de negocios con uno de los empresarios más reconocidos del mundo y para que todo funcionara y durara, ambos hicieron que el hijo de esos señores y yo nos casaramos. En cuanto me dijeron lo que tenía que hacer me rehusé a aceptarlo, es claro que yo no tenía elección de si quería o no, aún recuerdo que no le hable a papá durante varios meses. El día de la boda fue el primer día que conocí al chico con el que casaría, estaba igual de nervioso que yo y molesto porque era obvio que tampoco se quería casar conmigo.

“Los declaro, marido y mujer. Puede besar a la novia"

Ante la sociedad ambos éramos novios desde hace dos años y decidimos juntar nuestras vidas desde muy jóvenes, nos amabamos demasiado y blah blah blah...

Estuvimos viviendo juntos hasta que cumplí 18 y me fui de esa casa, papá canceló todo lo que había acordado con los otros señores y cada quien se fue por su lado, se podría decir que él y yo solo nos separamos así que para la sociedad seguimos casados.

Buscaré al estúpido de Tom y le partiré la cara en cuanto lo vea, muy actor y todo pero conmigo se la tercio.

•••

Llegué a casa molesta y para esto ya habían llegado los chicos también, preguntaron si estaba bien y respondí que si, entre a mi habitación y cerré con seguro para luego aventarme a la cama y gritar sobre una almohada.

— ¡TE ODIO!

Claculo que pasaron unos minutos y mi celular comenzó a sonar, contesté sin ver el número y hablé de mala gana.

— Que.

— Hou! Creo que tú amado novio ya te dijo la noticia, lo siento, más bien ex-novio.

— Tom... - lo mataré - Porque tenías que decirle ya?

— Te di a escoger y no me has respondido desde esa vez así que asumí que obviamente escogerías a tu querido esposo.

— En primera no tenías porque asumir nada, en segunda no te quiero y en tercera más te vale cuidarte.

— ¡Mi propia esposa hablándome de ese modo!

— ¿Quieres no decirme "Esposa"? Se oye terrible en ti.

— Lo siento cariño pero es lo que eres, mi mujer y la mujer debe estar al lado de su marido, así que por lo tanto prepara tus maletas que mañana temprano pasaré a recogerte.

— ¿Disculpa? Tú no me puedes llevar contigo como si fuese un objeto.

— Pues lo siento nena pero quieras o no estarás conmigo de ahora en adelante y no puedes hacer nada para alejarme de ti.

— Quiero el divorcio Tom.

— ¿Y crees que te lo daré asi porque si? Te tendré con buenas cosas ____, te daré dinero, ropa, zapatos, joyas y sobre todo lo que un matrimonio debe darse... Amor.

— Que es lo que pasa contigo, hace unos años ninguno de los dos quería estar juntos y ahora quieres pelear un matrimonio que fue forzado?

— _____ en esos cuatro años que vivimos juntos pude ver que eres una gran persona y que fui afortunado de tenerte en mi vida, me enamoré de ti, lo admito. Pero me partió el alma cuando la manaña después de que cumpliste 18 te fuiste de casa sin decir nada, luego nuestros padres rompieron el trato y se suponía que seríamos libres pero yo solo quería seguir a tu lado...

— Sabías perfectamente que cuando nos casamos yo quería a alguien más y ambos estuvimos de acuerdo a que cada quien se iría con la persona que quisiera cuando fuéramos mayor de edad. Tom hay mejores personas que yo...

— Eso lo sé, pero tuve miedo de que te enamorarás de ese "alguien" y te fueses con él, por eso decidí seguirte y ahora que te tengo no te dejare ir tan fácil...

Colgó la llamada y tiré el celular contra la puerta, la rabia invadió mi cuerpo y la sangre me hervía como nunca. ¿No me quiere dar el divorcio? Bien, entonces haré que el me lo pida.

La Hermana De Villalobos [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora