Capítulo 44

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- ¿Y bien? - Pregunté dejando mi bolso sobre la barra y sentandome en el sofá con el iPad en las manos.

- Las ventas aumentaron un sesenta por ciento, es posible que seamos número uno en Latinoamérica en un par de horas.

- ¡Eso es genial! - Exclamé con emoción

- Lo se, merece una cena para celebrar. - Respondió Suci, la asesora financiera.

- Ni se emocionen de más, hoy no habrá cena de celebración ni nada por el estilo. ______ - Llegó Harvey serio y me miró. - Debes ir a la prueba para tu vestido de el Sábado en la noche.

- ¿Prueba? ¿Vestido? ¿Sábado en la noche? Lo siento pero me perdí desde que me nombraste.

- Oh, es cierto no te dije. - Tomo asiento con su laptop sobre sus piernas. - Este sábado serán los AMA's y estás como invitada especial.

- Avísame mañana. - Dije en un susurro y me miró con una ceja arqueada. - ¿Tengo que ir?

- Pero que cosas preguntas niña, claro que tienes que ir. - Respondió en un tono de regaño y rodé los ojos. - Ahora, ve por tus cosas que te esperan abajo para ir a la prueba de vestuario.

Suspiré y mire a Suci.

- Será otro día Sus. - Le dije con una media sonrisa y asintió.

•••

- ¿Que tal este?

- Muy cerrado.

- No pienso mostrar lo que no tengo.

- ¿Que no tienes? - Me miró Harvey con los ojos bien abiertos. - Traiganle algo corto y que se ajuste a su figura.- Dijo a la chica y está fue de prisa.

Unos minutos más tarde llegó con un vestido azul con algunos tonos dorados, la verdad se veía muy lindo.

- ¿No crees que está muy corto?

- Tú pensamiento de señora no aplicará aquí _____, lo siento.

- ¿Señora? Tengo 26 que te pasa.

- Solo ve a probartelo.

Me empujó a el probador y de mala gana comence a ponermelo,me ajustaba un poco pero nada que no arreglara Harvey con tal de que me lo pusiera.

- Permítame decirle que luce perfecta en ese vestido señorita. - Dijo la chica mirándome con una sonrisa. - Ojalá tuviese su figura. - susurro con un suspiro y sonreí.

- Ese, te llevarás ese. - Dijo Harvey con seguridad y unas señoras comenzaron a poner alfileres al rededor del vestido, supongo que para ajustarlo aún más.

Después de la prueba del vestido nos dirigimos al salón de belleza, querian saber que peinado y maquillaje usaria.

Unas horas más tarde regresamos a el estudio para componer unas canciones y grabarlas, firmamos contratos con algunas producciones para la grabación de uno vídeos y otras firmas con marcas patrocinadoras.

Eran al rededor de las dos y media de la mañana cuando llegue a casa, una vez que entre me tiré en el sofá dejando a un lado los tacones, día y noche hay que usarlos dice Harvey que según para que no me cansé más en los conciertos, cerré los ojos un momento hasta que oí su melodiosa voz.

- Llegaste. - Voltee

- ¿Juanpa? Creí que estabas en tu casa. - Dije tratando de no sonar tan dura.

- Se que no me quieres tener aquí. - Dijo y reí apenada. - Pero tu prima no podía cuidar a Maggie y se quería quedar aquí, Jake no quería dejarla sola así que me quede a cuidarla.

- Gracias, Juanpa. - Dije acompañado de un suspiro cansado.

- Como te fue. - Tomo asiento a mi lado y se acomodó mirándome.

- Pesado, papeles que firmar, vestidos que probar y canciones que componer. - Recargue mi cabeza sobre mi brazo

- Imagino lo estresada que te has de sentir.

Asentí con una mueca y se quedó mirándome por unos segundos, me sentía bien a su lado.

- ¿Como logras hacerlo?

- Hacer que.

- Darme tranquilidad.

Rió y sus lindos ojos azules se achinaron. Comenzó a acercarse al igual que yo y en menos de lo que imaginé ya habíamos juntado nuestros labios, fue un beso lento y dulce, sentí su mano en mi cuello acercándome más a él y no dude en hacerlo, comenzó a mover los labios un poco más rápido y me separé mordiendolo.

- No sabes cuánto lo necesitaba. - Digo con la respiración agitada.

- Y tú no sabes cuánto te necesito.

Se acercó a mi cuello y comenzó a dejar suaves besos en este, me acomodé sobre sus piernas y seguimos el beso mientras sentía sus manos en mi cintura.

•••

El despertador interrumpió mi lindo sueño y abrí los ojos de malas, al intentar apagarlo algo o más bien alguien me lo estaba impidiendo... Entonces recordé lo que pasó anoche y no pude evitar que mis mejillas se calentaran.

- Buen día linda. - susurro en mi oído y mi piel se erizó.

- ¿Pasó? - Pregunté con nervios.

- Y fue increíble.

Las cosquillas recorrieron mi estómago y sonreí mientras me volteaba para mirarlo, mis ojos recorrieron todo su rostro y bese sus suaves labios.

- Yo también te necesitaba. - Dije abrazándome a él.

- No sabes cuánto te quiero, _____. -

Sonreí mientras cerraba los ojos..... Y entonces mi celular comenzó a sonar despertándome del sueño, maldita sea.

La Hermana De Villalobos [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora