~Follow Me~ {GoldxFreddy} {Goldred} (Finalizada)

Cap 42

P.O.V Madre de Freddy (Beatríz)

Cerré mis puños y tomé aire antes de llamar al timbre de la casa que se alzaba en frente de mí.

Después de varios años iba a ver en persona a mi hermano, y tenía miedo de encontrarme un monstruo en su lugar.

No abría, volví a llamar pero resultó inútil.

Suspiré, saqué las llaves de repuesto que poseía de aquella casa y entré.

—¿Hola? —. Dije, aunque nadie me respondió.

Al asomarme por el salón pude ver que el suelo estaba peligrosamente lleno de cristales. Los atravesé con sumo cuidado hasta llegar a la puerta de la cocina, que estaba abierta permitiéndome ver a mi hermano sentado en una silla frente a la mesa, tomando cerveza. Su mirada- que tenía los ojos rojos- parecía perdida en sus pensamientos, de bajo de esta la adornaban unas ojeras. Su cabello lacio se veía grasoso y poco cuidado... Poseía barba y su físico había cambiado a peor.

— Hank —. Lo llamé, este despertó de sus pensamientos y me miró.

—... Hola Beatríz —. Murmuró antes de darle otro trago a su cerveza, me acerqué a él decidida.

—Hank, esto tiene que acabar —. Le exijo — Mi hijo sufre depresión y está trabajando porque no le puedo pagar un psicólogo debido a que yo pago tus facturas, estoy harta de trabajar sin descanso —. Sentencio, este me observa con la mayor indiferencia del mundo, aunque lo que dice suena distinto.

—Claro, porque tu estúpido hermano no merece la pena —. Respondió — ¿A mí que me importa que ese estúpido niñato trabaje? —. Cierro los puños impotente.

—No te permito que hables así de mi hijo —.

—Mira Beatríz... Si quieres dejar de pagarme las cosas, adelante, pero no voy a trabajar, me quitaran esta casa y acabaré en la tuya conviviendo con tu niñato... Yo que tú lo pensaba —. Apreté mi labio indignada — Y sé que no querrías tener a un sucio alcohólico y drogadicto como yo conviviendo con tu hijo —.

—¡Hank ya basta! ¡Yo también he pasado por que mi marido me abandone y sinceramente no estoy como tú! ¡Trabaja, deja tus drogas! —. Mi hermano cerró los puños, noto en su expresión que está molesto.

—¡Hablas como si fuera tan fácil! ¡Tú tenías a tu niñato de once años para seguir adelante y a la puta de nuestra madre! ¿¡Y yo a quién, EH!? —. Posé bruscamente las manos encima de la mesa, estaba sacando valor de donde no lo tenía.

—No es culpa mía que nos ocultaras a toda la familia que te habías casado —. Digo a regañadientes — Cuando traté de apoyarte ya estabas metido en tu depresión, y te dije que te ayudaría temporalmente con el dinero... Pero tú has acabado metiéndote drogas por donde te quepa —. Hank se levanta de la silla furioso, me acobardo un poco pero no pierdo mi compostura.

—¿¡Hiciste algo con mi estado!? ¿¡Me ayudaste cuando lloraba día sí y día también!? ¿¡No, verdad!? ¡Entonces no me reproches nada maldita puerca! —. Gritó antes de terminarse la mitad de su cerveza de un trago — Y esta mierda me ha ayudado a olvidarla más de lo que tú has hecho jamás —. Añadió refiriéndose al alcohol.

—Hank yo tenía mi vida, tenía que cuidar de mi hijo

—Y bien que tienes tiempo en preocuparte de pagarle un psicólogo a él mientras en su momento yo no pensaba más que en el suicidio, después de todo no me extraña, siempre he sido la mierda de esta puta familia —. Dijo tirando la lata de cerveza al suelo — Odio mi vida, Beatríz, y si vienes a echar más mierda estás invitada a irte —. Añadió — Tal vez con suerte en semanas ya no tengas hermano —. Sentí un nudo en mi garganta.