~Follow Me~ {GoldxFreddy} {Goldred} (Finalizada)

Cap 3

Observé como le traían la copa, el chico empezó a beber... Sus manos temblaban levemente, no parecía muy feliz... En verdad parecía deprimido.

Suspiré algo triste... Me daba mucha envidia al beber esa copa, si yo pudiera beber como él no estaría pensando en bobadas.

No estaría pensando en Fred, en lo mucho que me confunde.

—Escucha Daniel —. Sonó de nuevo su voz melodiosa, me quedé intrigado mirándole — Traele una copa a este chico, invito yo —. Me señaló.

Espera... ¿¡Qué!?

—¿He o-oído bien? —. Pregunté confundido. Él se quitó la capucha dejando a la vista su cabello albino.

Me quedé perplejo. Daniel me trajo mi copa de yo que sé pero llevaba alcohol.

La tomé entre las manos y miré a aquel desconocido buscando su aprobación para beber... Después de todo, había dicho que él pagaba.

Se levantó de su asiento con su copa en mano y se acercó a mí... Yo no comprendía que pasaba a mi alrededor, estaba demasiado confundido, hacía mucho que no iba a una fiesta.

Se acercó a mi rostro, no... A mi oído para decirme algo en un susurro con aquella melodiosa voz.

—Follow me~ —. Fue lo último que dijo antes de empezar a caminar dejándome atrás.

Le seguí con la mirada... ¿Quiere que lo siga? ¿Por qué seguiría a un completo desconocido que me acaba de invitar a una copa?

Bueno... ¿Por qué no?

Me levanté con la copa y seguí al supuesto desconocido extraño entre la multitud.

Abrió una puerta y salió a los jardines de la mansión. Ladeé la cabeza confuso y lo seguí hasta allí.

Me sorprendí bastante al ver aquella luna llena iluminar los jardines repletos de arbustos con flores y mosaicos.

Tan solo se oía el tranquilo sonido de los grillos y el chapoteo del agua de la fuente central... En el borde de esta se encontraba el misterioso albino sentando apaciblemente.

Di unos pasos lentos acercándome a él, admirando los bellos jardines de la familia Golden.

Cuando me acerqué lo suficiente pude ver su rostro iluminado por la luz de la luna mientras bebía de aquel vaso, que ahora que lo veía bien... Parecía champán.

Extendió su brazo y con su mano señaló levemente el bordillo de la fuente, invitándome a sentarme.

Lo hice tímidamente, manteniendo mis piernas juntas y mirando hacia abajo mientras le daba un pequeño trago a la copa.

El silencio era algo extraño para mí... Porque siempre solía convivir con Fred, y con él nunca había silencio... Al menos no uno tan cómodo.

Lo que más hermoso me pareció de aquel tipo misterioso era su cabello y sus ojos. Eran preciosos, era como si fuera todo lo contrario a Fred... Como si sus cabellos blancos me dieran la seguridad que los cabellos azabaches de Fred me quitaban.

Aunque por otra parte el desconocido actuaba muy tranquilo, mirándome de pies a cabeza varias veces... Me pregunto porque le habrá pagado la bebida a alguien tan horrible como yo.

—¿Nombre? —. Desperté de mis pensamientos alterado.

—¿Q-Qué? —. Él rió ligeramente, sentí mis mejillas arder por la vergüenza... ¿Tanta gracia le hacía?

—Que cómo te llamas —. Repitió con una sonrisa... Desvié la mirada.

—Freddy —. Dije cortante — ¿Por qué me invitas a este trago? —. Añadí confuso.