~Follow Me~ {GoldxFreddy} {Goldred} (Finalizada)

Cap 38

El primer recuerdo que tengo grabado en la cabeza de mi infancia es uno simple pero doloroso:

La espalda de mi madre alejándose de mí.

No recuerdo a mi padre y tampoco me interesa hacerlo, solo extraño a mi madre, y seguiré extrañándola toda la vida.

Mi abuelo por desgracia nunca fue especialmente bueno conmigo, desde la marcha de mi madre empezó a volverse extremadamente estricto, aislándome por completo de todo el mundo.

Solo estudiaba, trabajaba y dormía.

Crecía y nada cambiaba, mi vida solo dio un giro drástico cuando conocí a Chica. Gracias a ella tengo como mejor amigo a Freddy, aunque reconozco que él no me llamó la atención en absoluto a primera vista. En esos momento solo me fijaba en la rubia de la que estaba enamorado.

Esa misma rubia que; cuando empecé a vivir en la calle, se alejó de mí drásticamente confirmando lo aprovechada que era y que solo me buscaba por mi dinero o fama.

Fue tras eso que Freddy empezó a acercarse más a mí para ayudarme, nos hicimos grandes amigos en poco.

Al igual que Chica, los demás tambien se alejaban rápidamente de mí, no me sorprendió: Foxy y yo nunca nos llevamos ni un poco bien y Bonnie no era muy cercano a mí.

Y todo esto ocurrió en medio año, una locura sin duda.

Así que sí, solo Freddy permaneció después de mi "liberación". Liberación que acabó de nuevo entre rejas. Mi abuelo volvió a llevarme a casa y ponerme a trabajar.

Por más que miraba a través de las rejas de mi ventana deseando con todas mis fuerzas un ápice de libertad era inútil, estaba encadenado, me sentía atado como un perro a su caseta.

Sí, es algo estúpido... Tal vez soy egoísta por quejarme de trabajar sin descanso cuando hay personas que ni siquiera tienen techo. Pero eso no evitaba que realmente me sintiera el chico más desgraciado del mundo muchas veces.

Empecé a cansarme del trabajo, lo hacía cada vez peor aposta para que mi abuelo se diera cuenta de una vez que lo odiaba.

Pero en cambio me empezó a gritar y regañar cada vez que podía.

"—¿Libertad? ¿¡Te crees un pájaro!? ¡Me estás decepcionando! —."

"—Cada día eres más inútil, mocoso —."

"—¡Trabajarás quieras o no, no tienes ningún derecho a reprocharme nada!—."

Lo único que me traía algo de paz era ver a Freddy y escuchar música.

Hasta el día que mi abuelo decidió hundirme aún más las emociones, si ya me sentía deprimido; el ser golpeado por él me hacía sentir quebrado.

Fue su primer golpe, uno en la mejilla.

Al parecer como veía que yo callaba por miedo cada vez que me golpeaba empezó a gustarle eso de alzarme la mano para "solucionar" los problemas.

Con ello ni siquiera la presencia de Freddy lograba animarme y la música solo me ayudaba a soltar mis lágrimas.

Estaba bien solo, quería estar solo porque sentía que realmente yo no merecía tener a nadie.

Muchas veces a pesar de estar rodeado de personas estaba en soledad por dentro, era un malestar horrible que dejaba mal sabor de boca.

Mis ansias de libertad me estaban matando, era como un pájaro al que le habían cortado las alas y enjaulado a la fuerza.

Empecé a sufrir de ansiedad.