~Follow Me~ {GoldxFreddy} {Goldred} (Finalizada)

Cap 16

Gold es amable conmigo.

Ahora tomamos un granizado de nuevo en el parque que visitamos ayer, esta vez sin empujones ni cabellos llenos de flores.

Suspiro y sonrío viendo como Gold se toma su granizado, se vee tan bien.

Aunque algo que he descubierto de este chico es que siempre se ve bien.

—Oye, Gold —. Le llamo.

—¿Sí?—.

—Ummm... M-Me preguntaba... —. Trago saliva y juego con un mechón de mi cabello de manera nerviosa— S-Siempre hablamos de mí y quería saber más sobre... —. Lo miro a los ojos — Sobre ti, seguro que tú tienes una vida interesante —. Gold eleva una ceja.

—¿Eres extremadamente tierno aposta o lo haces sin querer? —. Me abochorno — Eso ya me responde —. Añade antes de seguir tomandose el granizado.

Mi corazón no deja de latir con brusquedad, Gold es un experto en hacerme avergonzar de esta manera.

—Pues... Vivo solo en un chalé y detesto los niños —. Elevo una ceja.

—¿Por qué los destestas?—.

—Son extremadamente ruidosos, y para mí un niño es sin duda lo que estropea una relación  —. Responde tirando el vaso de plástico vacío a la papelera que hay a nuestro lado.

—Ahhh... ¿Y tienes mascotas? Yo adoro los gatos —. Gold asiente serio.

—Tengo dos ratas —. Una mueca se dibuja en mi rostro.

—¿Cómo que dos rat—. Me interrumpe.

—Son un amor, si no aceptas a mis bebés te me vas yendo —. Dice con una pose dramática. Yo suspiro.

La idea que tenía de las ratas no era muy buena.

Espero que esté bromeando, ¿qué persona en su sano juicio tiene ratas de mascota?

Gold toma mi muñeca.

—Te las enseñaré, verás que las ratas no son como tú crees o las pintan en las películas —. Dice el albino. Yo me dejo llevar por él.

...

Me encuentro en la puerta de su chalé.

Él la abre con sus llaves y me guía hasta el interior de la casa.

Su suelo es de madera oscura, los muebles por otro lado son modernos y lisos. Pasamos un pasillo enorme y subimos unas escaleras.

Me guía hacia a saber dónde, yo solo puedo fijarme en cada decoración, sobre todo los cuadros de la casa.

Llegamos a una habitación, nada más entrar veo unos pequeños muebles, una jaula enorme y un bebedero.

No iba en broma.

Gold busca con la mirada algo, tras un rato abre la boca en signo de sorpresa.

—Ahí estabas, Donnut —. Me quedo bastante confuso.

Aunque al ver una rata encima del mueble que hay junto a mí me alerto horriblemente, escondiéndome de forma rápida detrás de Gold.

El albino coge a la rata con la mano, me separo de Gold.

Acaricia la cabeza del animal con cariño, este sube por su brazo hasta su hombro.