Verdades liberadas

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POV Rob.

Terminé de estudiar y cogí el móvil. Tenía algunas notificaciones de Instagram y algún WhatsApp. Abrí la conversación de Sam y leí.

Tengo ganas de verte, ¿quedamos? 11:25

Si estás ocupado estudiando no te preocupes. 12:15

Empecé a escribir.

Justo he terminado ahora de estudiar, si quieres comemos juntos. 12:55 Enviar.

Entonces abrí el resto de conversaciones. Un par de grupos y Helena.

¿Qué tal llevas los exámenes? Helena. 11:15

Biología genial, pero matemáticas tengo un par de dudas que te preguntaré mañana en clase. 12:57 Enviar.

Valee. ¿Me puedes pasar el esquema que hizo la profesora de las últimas tres páginas? Helena. 13:00

Un par de minutos después se las pasé y abrí de nuevo la conversación de Sam.

Te recojo en media hora, ¿va? Sam. 12:59

Perfecto. Enviar.

Me empecé a preparar, algo básico pero arreglado. Un vaquero, una sudadera y unas Vans. Suficiente. Sabía que mi madre había salido a comer, así que no me preocupé por ninguna bronca por avisar tarde.

Me senté en el sofá y no pasaron ni diez minutos cuando Sam me llamó. Colgué, cogí una chaqueta de la entrada y las llaves, salí y corrí hacia el coche. Hacía demasiado frío. Subí y le di un beso lo primero.

— Buenos días enano — saludé al separarme.

— Ya es mediodía — me dijo sacando la lengua.

— Ñiñiñi... — Le pegué un leve puñetazo y me puse el cinturón. Entonces me dio otro beso antes de arrancar el coche de nuevo.

— ¿Dónde te apetece comer? 

— Sinceramente, hoy me apetece algo de italiano — le dije entonces.

— ¿Has ido al restaurante que hay cerca de la iglesia? — Yo entrecerré los ojos pensativo y unos segundos después negué con la cabeza.

— No, pero me suena que María hablase bien de él. — Él asintió y siguió el camino —. ¿Entonces ahí?- dije pegando un salto en el asiento.

— Te vas a chupar los dedos — me dijo sonriendo. Solté una risa malévola y disimulé.

— ¿Y qué tal con el grupo? 

— Bien, estamos ya terminando la canción nueva. En el próximo concierto es posible que la presentemos. ¿Vendrás?

— ¿Lo dudas? — pregunté fingiendo indignación —. Dime cuándo y yo me organizo.

— En cuanto sepa la fecha exacta serás el primero en saberla — me dijo guiñando un ojo.

Entonces subí el volumen de la radio y busqué una canción que me gustase. Encontré "Believer" de Imagine Dragons y la dejé.

Poco después Sam aparcó y bajamos del coche.

— Por aquí hay varios restaurantes bastante buenos — dijo entonces.

— ¿Y los precios? — pregunté curioso entonces.

— No suelen ser caros, tú tranqui.

— A ver, hoy no tengo problema, el problema es si pretendes que mi dinero vaya solo para salir a comer. — Reí.

Atrévete a intentarlo. #ClydeA17 #AP2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora