𝓪𝓽𝓽𝓪𝓬𝓴 ; 𝔃𝓲𝓪𝓵𝓵

attack; you're mine

Los pies de Zayn ardían pero él seguía corriendo. Su velocidad y resistencia habían aumentado y aún así, la fatiga que había en su pecho no se iba.

¿Por qué?

¿Por qué...?

El viento había secado sus lágrimas , sus ojos estaban rojos y el dolor en su mandíbula simplemente lo estaba nublando.

Tropieza con las escaleras en cuanto llega a su casa, abre la puerta y corre hacia su habitación.

Sus gritos comienzan a llenar la silenciosa residencia, sus venas se hinchan casi al punto de reventar, su respiración se acelera aún más.

Sus jadeos logran dejarlo sin aire, sus uñas desgarran su sábana favorita.

¿Por qué?

Y es que él lo sabía.

Él y Niall habían hablado de eso.

Sabían que era algo que pasaría, pero por Dios que nunca imaginaron que fuera tan rápido.

¿A quién engañaba?

Ni en sus peores sueños hubiera imaginado que uno de los dos encontraría a su destinado y aún cuando había pasado una noche entera pensando en ello, lo que sentía era horrible.

Eso nunca pasaba. Era estadísticamente imposible y él había perdido al amor de su vida por uno en un millón.

Sus dedos jalaron su cabello con desesperación.

Se lo había prometido.

Le había prometido que nunca lo dejaría, pero es que no podía.

Verlo en los brazos de ese bastardo y sentir como Niall necesitaba ese toque le había roto el corazón.

Verlo buscarlo a ciegas, tratando de calmar a su omega interior con lo que pedía a gritos, la caricia de su verdadero alfa... simplemente no era lo suficientemente fuerte para soportarlo.

Y es que no podía culparlo, porque ese era su maldito destino y eso era lo que más le frustraba.

Comenzó a golpear la pared con sus puños tratando de apaciguar el insoportable dolor que calaba en su boca.

Niall.

Su Niall.

Ya no era su Niall.

Y tenía que aceptarlo.
Los vería juntos en la escuela y no podría decir nada, los vería reír y tendría que morderse la lengua.

Tenía que vivir con ello por el resto de su, ahora, patética vida.

Por que sin Niall así se sentía, patético.

La única razón en su vida por la cual había dejado de holgazanear, la única razón en su vida por la cual había comenzado a tomar el estudio con seriedad, por la cual había dejado su fama de mujeriego, su fama de chico malo, su casi adicción a las sustancias controladas.

Había conocido a demasiadas malas personas en búsqueda de popularidad y respeto, pero gracias a Niall, todo eso había quedado en el pasado.

No sabía que iba a hacer ahora.

Se supone que estaría riendo junto al rubio de las malas bromas de sus papás en una linda cena, donde ya tenía previsto proponerle a Niall compartir hospedaje junto a él  ahora que comenzarían la Universidad.

Pero todo se desvaneció.

Su juicio se estaba nublado, el dolor que sentía era inmenso.

Ahora ya no podría besarle, ya no podría estrecharlo entre sus brazos.