Nueva Amistad

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Ahí estaba yo, caminando sin rumbo entre esa multitud, algo desorientado, con la mirada casi perdida, miraba a todos los alrededores.
Veía rostros, muchos rostros, la mayoría de ellos eran adultos y ancianos, algunos expresaban alegría, otros un sentimiento de rencor, sin embargo otros, solo reflejaban paz, eran niños, no tenían razón alguna para sentir miedo, preocupaciones o incluso el odio.
¿Cómo llegué ahí?
La historia se remonta hace casi 1 año atrás, tal vez parezca poco tiempo, pero si estuvieran en mi lugar, sabrían porqué me siento de esta manera.
Bien dicen que todo pasa por algo, pero estoy seguro que aquel hecho nunca debió suceder.
Todo estaba bien, no había razón para que eso acabe tan de pronto, tan sólo hace falta un momento para que toda tu vida se derrumbe.
Bien, todo empezó un 23 de agosto por la mañana, yo despertaba a las 6:45 como de costumbre, sólo cargaba con las preocupaciones acerca de mis estudios, exámenes, las salidas con mis amigos, problemas familiares, en fin, muchas cosas.
Cursaba el 3er grado de secundaria, lo sé, tal vez digan que soy joven y debería ver lo bueno de la vida, pero quiero preguntarles algo, ¿Acaso ser feliz hará que tu vida sea mejor?
Claro, no lo niego, puede que mejore, pero siempre te hará falta algo, así seas feliz, tengas dinero, amigos y familia, siempre te hará falta algo, pero prefiero reservarlo para el final.
Como les decía, cursaba el 3er grado de secundaria, todo era normal, hasta tranquilo diría yo, mis amigos, como siempre, no dejaban de reírse en plena clase, los profesores no decían nada, porque en fin, "si quieren aprender, que aprendan", esa era la frase favorita de todos los docentes.
Pasaron las horas, a la salida, me despedí de mis amigos, con el típico golpe de puños. Llegué a casa, saludé a mi familia, me cambié y almorzamos, en medio de la comida mi papá me preguntó: "Oye, ¿Cuándo traes a la novia a la casa?"
Él sabía perfectamente que no andaba con nadie pero lo decía por fastidiar a mi mamá ya que no le gustaba que ande con pareja, "hasta ser más responsable".
Sí claro, era la excusa que ponía siempre para que yo no estuviera con alguien.
Esa tarde decidí salir a caminar un rato, no aguantaba estar en mi casa, debió ser por el estrés que me producía mi familia.
Caminé y caminé, sin saber a dónde ir, solo bastó un pequeño descuido, para toparme sin querer con una joven, tal vez 15 años, mediana estatura, piel morena, usaba unos lentes algo grandes y su cabello era esponjoso, o así lo vi por sus rulos, ella me miró y me dijo: "Ten más cuidado y fíjate por donde caminas", con tono gentil.
Me sonrió y siguió su camino, me quedé congelado por un momento, ¿Qué es esto que estoy sintiendo?
Bueno, no le dí tanta importancia al asunto y seguí caminando, pasé largo rato en la calle.
Ya estaba anocheciendo, y yo de regreso a casa, volví a ver de nuevo a aquella joven, no sabía su nombre y era muy tímido como para hablarle, así que pasé de frente, tal parece que ella también me reconoció y se me acercó diciendo: "Ten más cuidado por donde caminas", con voz alegre y soltando una pequeña risa.
Volteé y la vi, sus ojos me impactaron, eran hermosos, su sonrisa era única, ¿Qué me está pasando?
Pasó un segundo de silencio y ella preguntó: "¿Cómo te llamas?"
Yo le respondí rápidamente: "Farid, ¿y tú?"
Ella: "Jaja, es un nombre algo raro, ¿no crees? Por cierto, me llamo Claudia".
Yo: "Lo sé, me lo dicen a diario. Un gusto conocerte, Claudia".
Tal vez fui muy formal en aquella respuesta por lo que noté una ligera risa en ella.
Caminamos un rato mientras seguíamos conversando, y definitivamente soy todo un adivino, ella tenía 15 años.
Cruzamos una cuadra más y me dijo: "Bueno, aquí me quedo yo"
Ya habíamos entrado en confianza así que le dije: "Me gustaría seguir hablando contigo, ¿Tienes número de celular?".
Ella estaba algo insegura porque a penas me conoció ese día, pero por lo que hablamos noté que se dió cuenta que no soy una amenaza para su persona, ni para nadie.
Así que no dudó mucho tiempo en decirme...
"Sí, anótalo".
Nos despedimos y ese fue el inicio de una nueva amistad.

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