Conciencia

82 10 0
                                    

Quedé algo perplejo tras lo que escuchaba, Claudia no dejaba de llorar, no dejaba de pedir perdón, ¿Acaso significo algo para ella?, no, seguro que no, debe ser porque de verdad me tiene confianza, sí, solo es eso, pensé.
Yo: "No soy quién para decidir sobre ti, sólo quise ayudarte y creo que más no puedo hacer, ya te dije que él no te valora, déjalo ir de una maldita vez".
Claudia: "Tampoco me hables así, todo es tan confuso".
Yo: "No es confuso, simplemente no quieres despegarte de tu dependencia, pero créeme, sólo te haces daño tu misma".
Claudia: "No me dejes sola, por favor".
Su voz era cada vez más triste, su llanto se prolongaba, y aquella frase volvió a recordarme aquel sueño raro que tuve, ¿Acaso ahora me van a disparar?, me pregunté algo incrédulo.
El tiempo transcurría y el recreo estaba por terminar.
Yo: "¿Podemos vernos más tarde? Tal vez quieras hablar un momento".
Claudia: "Sí, por favor, te necesito".
Esa frase recorrió dentro de mí como una descarga eléctrica por todo mi ser.
Yo: "Claudia, quédate tranquila, todo va a mejorar, ¿Está bien?".
Claudia: "Está bien, gracias por estar conmigo en este momento".
Yo: "Gracias a ti por confiar en mí".
Nos despedimos, parecía más tranquila por la forma en la que hablaba, eso me alegró.
Pasó el tiempo, salí de mi colegio lo más rápido que pude, olvidé despedirme de mis amigos, llegué a casa, me cambié y comí tan rápido como pude, me lavé los dientes y salí.
Pasé por aquel lugar en el que nos conocimos y no la encontré, supuse que estaría en el parque y acerté.
Estaba en la misma banca de ayer, con la mirada decaída, supuse que habría estado llorando de nuevo.
"¿Estás bien?", le pregunté amablemente.
Claudia: "No Farid, todo está empeorando, cada vez que le digo para terminar, él llora, y no me gusta verlo sufrir, quiero que esté bien, de verdad lo am.."
"Definitivamente no estás bien, ¿Haz pensado en ti en algún momento?", lo dije con un tono elevado.
No dejé que terminara de hablar, no quería que lo dijera, quería que sea feliz.
Claudia: "¿Pensar en mí?"
Yo: "¿No lo haz hecho verdad?"
Claudia: "¿Cómo voy a pensar en mí, si es él el que sufre?"
Yo: "¿Acaso tú no? Deja de vivir en las nubes, piensa en ti y elige lo que te hace feliz, sé que con él no lograrás serlo".
Claudia: "¿Y contigo si lo lograré?"
Yo: "¿De qué hablas?"
Claudia: "No sé si sientas lo que yo, no me gustaría malinterpretar las cosas".
Yo: "Tranquila, primero soluciona tu situación, además, recuerda que no sé sobre esto y tal vez es muy pronto para poder formar algo serio, no te apures".
Todo quedó en silencio, nuestras miradas se cruzaron nuevamente, mi corazón latía más rápido de lo normal, no quería llegar tan lejos, solo la abracé.
El calor que producíamos, era genial, no quería separarme de ella, aproveché el momento y le susurré: "Ánimo Claudia, tú eres fuerte, sabrás qué es bueno para ti, quítate esas cadenas que solo te reprimen".
Escuché nuevamente su llanto, parecía incontrolable, ella se aferraba más a mí, solo atiné a decirle: "Oye, tranquila, no es el fin del mundo, hay millones de chicos a tu alrededor, él solo fue uno más, tal vez pensaste que era el indicado, pero ahora sabes que sólo fue una equivocación".
Noté como su respiración se calmaba poco a poco, se alejó de mí y me dijo: "De verdad, eres una gran persona Farid, gracias por estar conmigo en este momento".
"No hace falta que me agradezcas, soy feliz ayudándote, recuerda que estaré contigo para lo que necesites", le dije.
Claudia: "Eres muy cool".
Era el primer cumplido que recibía de alguien que no era de mi familia y me emocioné.
"¿Pasa algo?", me preguntó.
"No, nada, tranquila", respondí.
Claudia: "De verdad me hace bien hablar contigo, gracias por escucharme".
Yo: "No tienes que agradecer, ya te lo dije".
Claudia: "Eres el mejor".
Yo: "Gracias, en serio te deseo suerte para lo que decidas hacer respecto a tu problema".
Claudia: "No necesito suerte, ya me hiciste entender, ya sé qué es lo que debo hacer".
Yo: "Estoy casi seguro que ya escuché esa frase antes, jaja".
Claudia: "No te rías, esta vez lo digo en serio, quiero ser feliz".
Tras oír esa frase dije seriamente: "Bueno, de todas maneras, lo que creas conveniente hacer y lo que hagas, por ahora quedará en tu conciencia".

¿Esto es amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora