Otros Ojos

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Dejemos de hablar de mí, y empecemos a ver la historia desde el punto de vista de Claudia.
"Este chico de verdad se interesa y se preocupa por mí, ¿Y si él fuera el indicado?, ¿Podré iniciar una relación con él a pesar de todo lo que sabe hasta ahora?, estoy muy confundida, no sé qué hacer", pensé.
"Oye Farid, ya se hace tarde, debo volver a mi casa, ¿Me acompañas?", le pregunté.
Farid: "Claro, no hay problema", me dijo con tono alegre, mientras clavaba en mí esos bellos ojos color café, no, eran aún más claros, eran, en pocas palabras, increíbles.
Yo: "Entonces, ¿Vamos?", le pregunté regalándole una sonrisa.
Farid: "Vamos".
"Pareces de las personas que no tienen mucho que decir, pero mucho en qué pensar, me agradas", le dije.
Farid: "¿Tú crees?"
"Sin duda este chico sabe como hacerse el misterioso", pensé.
Farid: "¿Por qué te quedaste muda?", su tono ahora había cambiado y de verdad me encantaba.
Yo: "Estuve pensando, nada del otro mundo".
Farid: "Mundo, mundo...". Repitió en voz baja.
Yo: "¿Pasa algo?".
Farid: "Nada, espero que algún día tú seas mi mundo".
Todo se paralizó en mí al oír las palabras de aquel muchacho, "Definitivamente sabe como hacerme sentir bien", pensé.
Yo: "Seguro se lo dices a muchas".
Farid: "En realidad no, eres la primera persona que ha llegado a causar tantos sentimientos en mí".
Yo: "Deja de decirlo, no quiero confundirme más, ya llegamos, debo irme, adiós Farid, gracias por escucharme".
Farid: "Perdón si te incomodé, ya te dije que no debes agradecer, lo hago de buena voluntad".
Poco a poco fui alejándome de él, entré a mi casa, pensé que nadie me había visto pero...
"¿Dónde estabas Claudia?, ¿Con quién estuviste?"
Era mi madre, no me dió oportunidad de responder ninguna de las preguntas pero ya estaba castigada.
Me encerré en mi habitación, no quería verle la cara, no quería hablar con nadie, mi visión se ponía cada vez más borrosa por las lágrimas que brotaban de mis ojos.
"¿Por qué mi vida será tan difícil?", me pregunté muchas veces.
Las lágrimas seguían y seguían, pasó un rato y mis ojos me dolían demasiado, incluso me quedé dormida.

Sueño

"¿Farid?", pregunté mirándolo.
"Todo estará bien, no te preocupes", me respondió.
"Necesito conversar contigo, ¿A dónde vas? No me dejes sola por favor".
Farid: "Tranquila, todo estará bien, ¿entendido? Puedes rehacer tu vida, estoy seguro que conocerás a muchas personas, esto solo es un contratiempo, sé que pronto nos veremos de nuevo, quédate tranquila, por cierto, haz lo que creas más conveniente para ti y tu felicidad".

Tras esas palabras desperté de golpe, no sabía que hora era, pero ya estaba muy oscuro, el simple hecho de poderlo ver, al menos en un sueño, me da la fuerza que necesito para poder "liberarme de las cadenas".
La noche continuaba y no podía dormir, ¿Ahora qué hago?, pensé y pensé.
Parece que me aburrí y no tengo idea de a qué hora me quedé dormida.
Como todos los días, Julian estaba en la puerta de mi casa esperándome para irnos juntos al colegio, ¿Cómo es que mis padres aún no se han enterado de lo que hay entre él y yo?
Simplemente, porque piensan que es mi mejor amigo, no hacemos nada "raro" en frente de ellos, pero parece que nuestra amistad acabará hoy.
"¿Vamos?", me preguntó.
Su voz era diferente a la de Farid, él no sabe como hacerme sentir bien, y por todo lo que soporté en esta relación, nunca sabrá hacerlo, claro, no lo niego, hubieron momentos felices, pero creo que por cada sonrisa que me sacaba, una nueva infidelidad marcaba,
"Vamos", le respondí.
Ya tenía todo listo para salir, caminamos y caminamos, no sabía por donde empezar, hasta que...
"Hola Julian, lo de anoche fue espectacular", le dijo una chica que ni siquiera conozco, al estúpido de mi novio.
"¿Lo de anoche?", pregunté.
"Amor, todo es un malentendido", me dijo.
Yo: "¿Todo es un malentendido?"
Julian: "Sí, no pasó nada con ella, ni siquiera la conozco".
"¿Y por qué te llamó por tu nombre?", repliqué.
No obtuve respuesta.
Intentó darme un beso como siempre lo hace para perdonarlo, pero me alejé.
"¿Qué pasó?", preguntó.
Yo: "Terminamos Julian, esto se terminó, ya no aguanto más, vete de mi vida".
Julian: "Sabes que sin mí no vives un día más, me necesitas".
Yo: "Ya lo veremos".
Me alejé de él, no me importó verlo llorar, yo ya había terminado con él.
Agarré mi celular, llamé a Farid y le dije: "Ya no hay más cadenas en mi vida, ahora soy libre".

¿Esto es amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora