Lo se, tengo un chingo de cosas por escribir, pero es que me aburro rapido, soy como Junko.
Así que, como dice el titulo, 30 días de kamukoma, mi otp y seguramente el de muchas/os.
A ver, esta madre se supone que tenía que ser ambos en una batalla, peleando en equipo, pero como no se hacer eso me valió pito :), incluso antes de este lo cambié a princesas y caballeros, pero no me gustaba como quedaba así que alv.
Por cierto, le debo un dibujo a una chica, pero me voy a tardar porque me salió re deforme y bueno...que vergüenza we :'v.
Un hermoso gato negro descansaba en el regazo del alvino, el cual esperaba que su novio volviera a casa para que le de la aprobación de quedárselo.
Durante una hora estuvo esperando, esto le enojó, ya que Kamukura le había dicho que llegaría en 10 minutos.
Hasta que por fin tocaron a la puerta. Dejando al gato dormir en el sofá, se adelantó a abrir la puerta rápido, tenía la intención de reñir a su novio.
-Perdón- se disculpó el azabache, en respuesta el alvino solo asintió, mejor no regañarle -¿de que querías hablarme?- cuestionó
-Ven, ven- tomó las suaves manos de su novio y lo guió al sofá -mira, mira, incluso se parece a ti, ¿M-me lo puedo quedar?- rogó.
El semblante del mayor parecía de muerte -¿Para qué lo quieres? es solo un felino- si, Kamukura estaba muy celoso por un gato.
-¿Para pasar el rato?- Nagito ya se había enfadado un poco por la actitud del mayor ¿Cuál era el problema?.
-Pero ya me tienes a mi- Izuru se cruzó de brazos, no quería compartir a su novio ni con un animal inofensivo
-Pero hay veces que no estás en casa por hora, no te gusta que salga con Hajime, ¿Por qué no puedo tener un gato- ambas blancas manos se posaron en su cabeza, sabía que iban a comenzar a pelear de nuevo, y tenía que mantener la compostura.
Kamukura rodó los ojos, tomando al gato por el pescuezo se acercó a la ventana -Ya lo dije Nagito, nada de mascotas. Si te atreves a contradecirme juro que lo lanzo, y créeme, no tengo escrúpulos-.
El alvino retrocedió, ¿Qué podía hacer? Kamukura era capaz de matar a quien sea por celos, animal, persona, lo que sea.
-¿P-por qué eres tan malo?- no pudo mantener la compostura ya que las lagrimas no paraban de salir -No me dejas estar con amigos, ¿Y ni siquiera tener un puto gato? ¡Kamukura, es un gato!- en sus palabras reflejaba toda la molestia acumulada de esos meses ya estaba harto -o dejas que el gato viva aquí o me voy yo- amenazó.
El mayor suspiro. Resignado, dejó al gato en el cuelo, el pobre animal, asustado, corrió a los bazos del alvino, el cual seguía mirando molesto a su novio.
Ese día no vio más a su novio por casa, ya que este se había encerrado en la habitación con el gato, y a pesar de tener la lleve decidió no molestarle.
[Una semana después]
Las cosas se habían relajado entre la pareja, pero no entre el gato y el azabache.
¿Por qué? dirás, bueno, el día de ayer pasó esto:
Ya era la hora de dormir, y después de haber estado casi una semana durmiendo en el duro sofá, por fin, podía dormir de nuevo en la cómoda cama y abrazar al amor de su vida.
¡JA! claro. Lo habría hecho de no ser porque el animal estaba en medio de la cama, bueno, estaba muy cerca del alvina, lo que le impedía a kamukura tener a su novio entres sus brazos.
Esa noche sintió como si fuese más fría, no importaba que su cuerpo estuviese tapado por las mantas, se sentía apocado por el fío sentir de la ignorancia.
Ah, pero ahí no se queda la cosa.
Hoy, actualmente son las 1 de la madrugada y el azabache tuvo que despertarse al sentir algo peludo razar su nariz, y cuando abrió los ojos lo único que pudo ver fueron los grandes orbes rojos del animal, lo miraban fijamente.
Y antes de que pudiera reaccionar, el gato arañó con sus fuertes garras la cara del contrario, haciéndolo gritar lo suficiente como para despertar de un susto a Nagito.
-¡MALDITA ZORRA!- más que enojado tomó al gato por el pescuezo, ya no le importaban las palabras de suplica de su novio, solo tiró al gato por la ventana, cerrándola de golpe.
-¡¿P-por qué hiciste eso?!- enfadado, le dio una fuerte cachetada al mayor, este solo frotó su mejilla adolorida.
-Nagito...nuestra casa es de un solo piso, el maldito gato sigue vivo- salió de la habitación con la intención de buscar hielo para su dolor.
El alvino había caído en cuenta del error que cometió al pegarle a su novio, arrepentido, volvió a abrir la ventana, y al instante el gato volvió a entrar. Abrazó al animal con la intención de consolarse a si mismo, se sentía una basura por olvidar que su propia casa es de solo un piso.
Fin :3
Joder... 4 días sin actualizar, me siento pendeja :'''v.
En fin, una foto de no se quien pero se le agradece, os amo, yo más bye.
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Jaja, me mata que ambos estén vestidos de la puta de aoba y Komaeda to feliz por llevar ropa del seme que no me acuerdo su nombre xdd.
