Lo se, tengo un chingo de cosas por escribir, pero es que me aburro rapido, soy como Junko.
Así que, como dice el titulo, 30 días de kamukoma, mi otp y seguramente el de muchas/os.
Domingo, un domingo muy aburrido, Izuru jugaba junto a Nanami y Hinata a videojuegos, mas especificamente: Mario party 10.
¿Que que hacia nuestra querida komadreja?, nada, solo miraba, no se le da bien los vídeojuegos.
El alvino dio un suspiro, seguido a esto, dio un sorbo a su bebida, un sorbo muy ruidoso, se estaba aburriendo, fue buena idea invitar a sus amigos a casa, claro, de no ser porque no se le da bien jugar, ademas de que la idea de los vídeojuegos fue por parte de el azabache y la peli-rosa.
Y no podía negarse, quedaría mal, además, también es la casa de Izuru, él también tiene derecho a elegir que jugar.
-¡Diablos!- se quejó el castaño cuando quedó en tercer lugar en un minijuego, Izuru de segundo y Nanami de primera.
La partida terminó, se repartieron las estrellas por especialidad, y como era de esperar, Izuru y Nanami quedaron empatados, y bueno, Hajime...perdió.
Al final la jugadora definitiva y la esperanza definitiva tuvieron que hacer varios minijuegos, y al final salió victoriosa la peli-rosa.
-¿Una más?- preguntó Nanami.
-Vale- dijo Hajime, miró en la dirección que estaba el alvino -ne, Komaeda ¿quieres jugar?-
El maroñoso negó -no soy bueno en los juegos, ademas se puede jugar de a cuatro, nos falta uno, osea tú- justificó, y para agregar le guiñó un ojo.
Kamukuro frunció el entrecejo al darse cuenta de que el pelo pincho quería ligarse al alvino.
-No, no hay mas espacio en el sofá- se excusó.
-Puedes sentarte en mis piernas- sugirió el azabache, al escuchar esto Hajime se enojó, y bueno, Komaeda aceptó, no era la primera vez que se sentaba en sus piernas.
-Además es imposible que pierdas, va de suerte, por lo menos le vas a ganas a Hinata- dijo Nanami.
-¡EH!- se quejó el castaño.
Al final Komaeda si se sentó en las piernas de Kamukuto, no pudo evitar sentirse nervioso, tragó saliva, el cuarto mando fue conectado y empezaron otra partida.
¡Y adivinen qué!, ¡Komaeda ganó!, no contuvo su emoción y dio un mini saltito -¡yei! ¡por fin un juego que se me da bien!.
Por otra parte, a causa de ese saltito, Kamukura tuvo que ahogar un gemido, causándole una erección, pero eso no le impidió abrazar la cintura del menor.
Hajime miró por la ventana -¡vaya! ya está anocheciendo, tengo que irme- contesto levantándose de su asiento, tomo sus cosas y se fue.
-Igualmente- Dijo Nanami, haciendo las mismas acciones que el castaño -que tengan buenas noches-.
-¡ADIÓS!- gritó alegre el alvino, tanta alegría le impidió darse cuenta de que algo grande duro rozaba peligrosamente su trasero -eh, izi, suelt- no pudo terminar la frase ya que sintió ''eso'' rozar su trasero.
Su cuerpo se estremeció, soltó un suspiro, bueno, ¿por qué no jugar un rato?, y no me refiero a vídeojuegos.
FIN ALV.
Perdón si hay una falta ortográfica, es que son las 4 de la mañana y si mi madre se da cuenta que ando despierta me wea caer a putazo, adiós, te amo, yo más, bye.
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