25: mirándose a los ojos

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AAAAAAH *está llena de determinación*

-Bueno alumnos, hoy tenemos nuevos compañeros, por favor, saluden a Izuru Kamukura y Hajime Hinata- los nombraros hicieron una pequeña reverencia en dirección a sus nuevos compañeros. 

Ambos chicos se sentaron en los últimos asientos al final del salón. Sus compañeros querían hablar con ellos, pero lastima que las clases habían empezado.

Todos estaban más que pendientes, después de todo, tendrían una hora de recreo para charlar con los nuevos.

Bueno, no todos prestaban atención. Ya que el pobre chico alvino (que justo se sentaba frente a ese chico de largas cabelleras) estaba nervioso.

¿Por qué? te preguntarás, bueno, es que sentía una mirada que lo penetraba, parecía como si pudiera quemar su alma, y eso le hacía erizar la piel.

Tragó saliva, intentó no temblar mientras escribía sus apuntes.

[En el receso]

Todos rodearon al par de chicos ''No pensé que les caeríamos bien tan rápido'' pensó Hajime. Aunque su hermano ''gemelo'' (porque de gemelos no tienen nada) se sentía sofocado, y más porque no podía ver a esa nubesita de algodón blanca entre toda la ''multitud''.

Inclinando su cabeza a la izquierda, pudo ver como aquel chico al que denominó como ''Algodón de azúcar'' estaba por salir del salón con un bento en mano.

Nagito, por su parte, cuando sintió la mirada devuelta en el, solo pudo atinar a mirarlo, si, su suposición era cierta, era el chico de cabelleras largas que lo miraba.

Le dedicó una dulce sonrisa, para así, finalmente salir del salón.

La expresión del azabache no cambió en ningún momento, solo atinó a volver a prestar atención a las aburridas preguntas de sus compañeros, las cuales obviamente no respondería.

[A la hora de salida]

En aquella fuente que influía respeto se encontraban sentados 3 personas, Nanami, Hajime e Izuru. 

¿Por qué? te preguntarás, joder, si que eres cansino, es fácil deducirlo. Pues porqué Hajime y Nanami estaban hablando, y bueno, Kamukura no podía irse sin su hermano, sino su madre le pegaría con la chancla y eso es lo que menos quiere en estos momentos.

Estaba a punto de sacar su móvil cuando volvió a ver al algodón de azúcar caminar a la salida. No pudo evitar mirar su rostro, y preguntarse: ''¿Es posible tener la piel tan blanca?''.

Sus preguntas desaparecieron cuando una corriente eléctrica recorrió su cuerpo. El alvino había parado su caminata solo para voltear hacia él y dedicarle la misma sonrisa dulce que antes, y con esto, emprender de nuevo su viaje.

-Komukura, sal de tus pensamientos, ya nos vamos- mencionó su ''gemelo'' el cual estaba parado junto a la pelirosa, a punto de irse 

Este miró a todos lados, y esto para darse cuenta que casi estaba anocheciendo ¿Cuanto tiempo había estado pensando?. Bueno, eso ahora es irrelevante, solo se levantó de aquella banca para seguir a su ''gemelo'' devuelta a casa.

Se juró a si mismo al día siguiente hablar con el algodón de azúcar, claro...¿Pero con qué motivo? ¿Qué le diría? ¿De qué hablarían?.

Esa duda le carcomía por dentro, ya que, por más que pensara, la respuesta no llegaba.



Y, aunque la respuesta no llegaba, un sentimiento cálido en su pecho si lo hacía cada que el alvino le devolvía la mirada.

3O DÍAS OTP (kamukoma)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora