Lo se, tengo un chingo de cosas por escribir, pero es que me aburro rapido, soy como Junko.
Así que, como dice el titulo, 30 días de kamukoma, mi otp y seguramente el de muchas/os.
Antes de empezar esto es simple, es de esas bromas de hablar con alguien con frases de canciones culeras o Reguetón. El que se sepa a cual canción pertenece cada una se gana que de hoy en adelante yo le diga senpai.
-¡Komaeda!- el nombrado se quitó los auriculares para contar con aburrimiento a la cocina, lugar de donde la voz de su pareja provenía.
Estaba apunto de preguntar qué pasaba, pero luego recordó que ese día desde que despertó estaba escuchando canciones muy curiosas.
-¿Quien es?- la cara de conducción del azabache no se hizo esperar, más que nada porque esa mañana Ko había amanecido bien.
-Pues yo- ladeó la cabeza más que enrollado. Lo pudo notar que tenía su móvil, ¿Esto era raro? Si, ya que Izuru casi no usa el móvil, menos estando en la cocina.
-¿Qué vienes a buscar- se aguantó la risa, regulando su expresión para parecer normal.
Frunció el ceño algo confundido, ignoró lo anterior y prosiguió a explicar por qué lo había llamado -En fin, Hinata me dijo que robaste uno de sus "fragmentos de amistad" no sé qué es eso, pero dáselo-.
-Puede que tengan razón pero no grites así, que me duele la cabeza- empezó a silbar de forma "inocente" más que nada para ahogar su risa.
-¿Si te duele por qué no me dijiste?- dejó el móvil en la mano, el asunto de Hajime sería para otro momento.
-Yo no me acuerdo, y si no me acuerdo no pasó- se encogió de hombros, en su mente comenzó a buscar frases de las canciones que escuchó, intentando recordar.
-Komaeda, por favor, cálmate, ¿Bebiste mientras no te veía?- frunció el ceño, mirando acusadoramente al contrario.
-Mis palabras no importan, ni valen ni de rodillas- puso una mano en su cintura, y con su otra mano, con su dedo índice apuntó a su cien, su típica pose de diva.
-Komaeda...si me dices la verdad no me voy a enfadar ¿Bebiste o no?- un poco más enfadado se acercó al contrario.
Tal vez su broma iba muy lejos, pero coño, era divertido.
-Soy el rey de las mentiras, volvería a fallar, aunque lo jure por mi vida- miró desafiante a su novio, lo cual puso de malas a este, no siempre se le veía así, a menos de que Ko se pusiese a delirar.
Por ende pensó que ese no era Komaeda, si no servant -oh mierda, no voy a racionar contigo, mejor lo dejo para cuando estés cuerdo, ven, te amarraré al sillón para que no hagas una estupidez-.
Bueno, Ko estaba en todos sus cabales, pero aún así siguió a su novio, el cual, obviamente lo amarró al sofá.
Bueno, al menos iba a pasar la tarde relajado, y aún así algo apretado.
Fin 0w0.
La verdad no hay ningún comunicado importante, así que...
Una imagen de no se quien pero se agradece.
Os amo, yo más.
Bye
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