7: Mi héroe

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Finalizo la llamada, mientras me tomo mi tiempo para salir de la cama.

Retiro el edredón color morado, con toques negros y azules de mi cuerpo y me coloco de pie.

Así descalza, salgo de mi habitación y me encuentro con el resto de mi familia, fuera de sus respectivos dormitorios.

Todos se ven adormilados y yo no debo ser la excepción. Creo que tengo la misma expresión soñolienta que ellos.

Mis padres se encuentran en una de las habitaciones del fondo. Están en sus usuales batas y lucen impecables, como siempre.

Por otro lado, Ariadne tiene un pijama de unicornios, se podría decir que es su favorito, pues a pesar de que es de dos piezas, es realmente fresco. Lo que es genial para este cálido clima que cada vez se va acercando al invierno.

Llevo mi mirada a mi hermano mayor y ruedo los ojos. Solo lleva sus boxers, dejando a la vista todo lo demás.

Estoy segura que cuando lo vea mi mejor amiga, lo comerá con la mirada. Agregando que hace años lo llego a considerar su "crush". Ya quiero ver como actúa cuando esté frente a él.

- ¿Qué hacen despiertos? -pregunto.

- El guardia de seguridad dijo que vio a Indiana aparcada fuera de la casa. ¿Alguien sabía que vendría?

- Yo no, madre, solo he conversado poco con ella -aclaró Mark.

- Me cae bien, pero no -es la excusa de Ari.

Al instante todas las miradas se posan en mi. Preguntándome sin necesidad de palabras algo que era obvio.

- ¿Marl? -me miró mi padre.

- En primera, ¿tenemos guardia de seguridad?, segundo, yo no sabía que ella iba a venir y tercero, ella me llamó hace unos minutos, diciendome que estaba aquí e iba a ir por ella sin causar ruido, para que no se despertaran.

- Bueno, teniamos que tener seguridad por si algo más pasaba. Vamos a aclarar todo esto -mamá empieza a bajar por las escaleras y todos la seguimos en silencio.

Al llegar a la planta baja, salimos de la casa y nos topamos con una sorprendente escena.

- ¡¿Pero que le hizo a mi amiga?! -le grito al hombre que según yo, vigila la casa.

- Perdone señorita, lo que pasó, fue que la señorita Smith quería entrar a la casa, pero no me permitía avisarles que estaba aquí.

- ¿Y por eso esta inconsciente?

Verán, cuando salimos, lo primero que vimos es a mi amiga tendida en el suelo, desmayada y con el hombre cerca de ella sujetando una pala a centimetros de su cara.

<< Creo que el golpe estuvo fuerte. >>

- Fue lo primero que se me ocurrió -se excusó el muchacho.

No le presto atención a lo que sigue diciendo y me acerco al cuerpo inerte de mi amiga. Trato de pararla, pero no funciona para nada. Estoy demaciado débil para subir su delgada-pesada anatomía.

- ¿Mark? ¿Me ayudas a llevarla a mi cuarto? No puedo yo sola.

Asiente, para luego acercarse hacia nosotras. Como si no pesara, carga a mi amiga en sus brazos y sin decir nada, nos encaminamos a mi cuarto.

Cuando hemos recorrido el mitad del tramo de las escaleras, un espontáneo mareo se hace presente en mi cabeza. Detengo mi marcha y me apoyo de la pared, volviendo a frotar mis cansadas sienes.

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