Memories

10: Planes + Algo Oculto (Parte 1)

Medito la respuesta a la pregunta que Indiana acaba de hacerme.

— No lo sé... Un viaje hasta Colorado es muy largo.

— Sólo son pocas horas.

— No sé donde vive.

— Yo si, lo podemos sorprender con nuestra visita.

— Pero, ¿Cómo?

— El no sabe que volviste, eso será más que suficiente.

Me atraganto con la comida y rápido tomo de mi bebida.

— Entonces él... Él, ¿Sigue pensando que estoy desaparecida?

— Lamentablemente si.

Un poco de tristeza inunda mi ser. Conocí a Cristopher a la par de cuando conocí a Indiana. Éramos nuevos en la escuela los tres y al parecer eso fue lo que nos motivó a juntarnos un poco más. Éramos unos pequeños niños, desconociendo a todo y todos, empezamos a desenvolvernos aquí juntos y juntos tenemos que estar denuevo.

— ¿Porque no le has dicho nada? Pensé que lo habias hecho —la recrimino.

— Quería que fueramos a sorprenderlo, creí que seria buena idea, claro, solo si tu quisieras.

— Merece que vaya y lo vea, se sacrificó mucho por mi. Le platicaré a mis padres y veré que opinan.

— Esta bien.

Seguimos comiendo hasta que pensamos que es hora de ir al otro restaurante, tomé lo que me sobró al igual que mi amiga y lo guardamos en unas bolsas que fuimos a pedir. Empaqué los nuggets, junto con la mitad de las papas y la cajita feliz. Indiana guardó practicamente lo mismo que yo. Estabamos por irnos cuando Indiana me jala de la mano hacia la caja.

— Disculpe, señorita, ¿Me puede dar las dos nieves que encargué hace un momento? Avisé que vendría por ellas antes que me fuera —le enseñó el recibo.

— Claro, en un momento —se retiró, no sin antes preguntar de que sabor querríamos la nieve.

Nos pasó a cada una el baso correspondiente, a Indiana uno con Oreos y a mi otro con M&M's. Nos despedimos de ella dándole las gracias y salimos del local.

— Esto está delicioso —saborea el poco helado que tiene en su cuchara.

— El mío igual —digo probándolo.

Extrañaba el sabor del helado en mi boca y sentir la baja temperatura que tiene cada porción.

— Marl, si te digo algo, ¿No me matas?

— Claro que no, ¿Acaso te hice algo ayer,  que me hiciste ir por ti a las 3 de la mañana?

— Tu no, el que sí me hizo algo fué el loco de tu guardia. Ese golpe si me dolió y lo sigue haciendo. —Se frota la cabeza con su mano— Es algo de Cristopher.

— ¿Le ocurrió algo? —pregunto inmediatamente.

— ¡No! Es sobre otra cosa.

— Ah, vale.

— Es que, mira... no se como decirlo.

— Más sorpresas no, por favor. Me estás asustando —llegamos hasta su coche y entramos en el.

— Tranquila, es sólo que... Siempre los he shippeado.

— Indiana, encerio bajale a ese tema. Te vas a volver loca. Al igual que tu y yo, el y yo sólo somos amigos, bueno o éramos.

— No me harás cambiar de opinión, verás que en unos meses estarán juntos.

Decido no decir nada, sé que no podré ganarle en este tema, aunque es la primera vez que me dice que piensa que terminaremos juntos el y yo.