O6.

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Jungkook.

—Sifriris i mi rigiris cimi yi li hici, mi cinquistiris—Mumuré molesto cerrando mi casillero.

¿Quieren saber que paso? Apuesto a que sí, cofcof chismosas cofcof.

Pero hay que aprovechar que la autora esta de buen humor. En fin.

Después de procesar la pequeña respuesta del omega de cachetes regordetes y que mi ego haya sido lanzado al centro de la tierra, osea.

¿Qué carajos? Me rechazó.

Flashback.

—No se lo pondré así de fácil Hyung—Sonrió aun cerca de mi.—Sufrirá y me rogara como lo hice yo, me conquistaras—Dejo un beso en mi mejilla y se levanto—Bueno creo que es hora de irme, nos vemos mañana Hyung ¡Oh! Y gracias por mi tarea—Me guiño el ojo y se fue cerrando la puerta.

¿Se llevo mi ropa?

Fin.

Y eso fue exactamente lo que pasó, el mocoso ahora se hará de rogar, a no, pero un alfa no es sumiso ante ningún omega, vamos a ver quien conquista a quien Park.

Había llegado temprano para poder hablar con el mocoso que rompió toda mi confianza en mi mismo, Nah, no es para tanto ¿O si?.
Mi pregunta quedó en el aire cuando lo vi entrar con mis shorts-esos malditos shorts-, un buzo gris y zapatillas blancas.

¿Cómo puede verse tan bien en algo simple? Y ¿Cómo logra verse tierno y a la vez sexy?

Mierda Jungkook tranquilízate, no te dejes llevar por unas lindas piernas, un lindo rostro y un buen, buen trasero. Estoy perdido.

—Hyung~—Y ahí estaba, sonriéndome con  "inocencia", después de todo lo que ha hecho es difícil dirigirme con esa palabra a él.

—Park—Le devolví la sonrisa y él se me acercó.

—¿No tiene nada que decirme Hyung?—Susurró en mi oreja.

—¿Qué quieres que te diga?, ¿Que te vez jodidamente sexy?, ¿Qué quiero follarte contra los casilleros? ¿Eso quieres que diga? Pues no lo voy a hacer.

—¡Jungkook!—Chillo tapando su rostro, tratando de ocultar su sonrojo.—No diga esas cosas—Murmuró.

—Oh por favor, tu fuiste el que me provocó; Hasta me dijiste... eso—Dije mirando hacia otro lado.

—¿Eso? ¿Se refiere a Daddy?—Susurró en mi oído dejando una mordida en el lóbulo.

—Joder.

Moriré, de eso estoy seguro.

Lo voltee y lo apegue a los casilleros.

—¿Quieres que te desvirgue delante de todos?—Lamí su labio inferior haciendo que soltara un leve gemido.

—Hyung~ ¿Q-quien dijo que era virgen?—Me aleje de él y lo mire dándome una sonrisa.

Mío, solo mío.

—¡Mierda!—Golpee lo casilleros asustando a más de uno en los pasillos. Mis colmillos ya estaban fuera picando, mis gruñidos haciéndose más fuertes. No, no cambiaría aquí.—Hablaremos luego—Dije entre dientes y salí de allí con mis manos apretadas.

OMEGAVERSE® KOOKMIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora