OMEGAVERSE® KOOKMIN

19.

—Yah, Jimin deja de llorar—Taehyung acariciaba mi espalda mientras rodaba los ojos.

—E-es que—Sorbí nariz.—me dejó Tata ¡A mi!

—Si, si a ti que eres su omega marcado—Repitió con cansancio las palabras que dijo el omega pelirosado desde que llegó.—Que le entregaste el culo.

—S-si ¡Hey! Eso n-no—Le di un empujóncito.

—Minnie, ya es la tercera vez que lloras por él—Hablo serio.—No quiero que vuelva a acercarse a ti, lo digo enserio.

—P-pero el es mi alfa...—Hice puchero y mire mis calcetines.

—Así fuera tu esposo, no soporto verte llorar y menos si es por un idiota—Revolvió mis cabellos.—Te quiero mucho, no me gusta verte sufrir—Me miro.—ChimChim...

—Me tire en su encima.—No me decías así desde preescolar—Me acurruque en su pecho.

—Lo se—Dio un beso en el cabello.

Bosteze y lleve una mano a mi ojo rascándolo.

—Descansa Minnie.

Eso fue lo ultimo que escuché antes de caer dormido.

Jungkook.

Llegué casi corriendo a mi departamento y al no encontrarlo allí, hace que casi me de un ataque de histeria. Tome de nuevo mis llaves y me dirigí a su casa que -gracias a dios- estaba cerca.

Baje del auto y toque la puerta pero nadie me abrió.

—Siempre dejo una llave aquí Hyung~

Levante la maceta y tome la llave seguido de abrir la puerta.

Colmillos.

Ropas rasgarse.

Gruñidos.

Digamos que eso fue lo que despertó a Jimin.

Jimin.

Escuchar gruñidos y sentir una mirada muy pesada mirándome me hizo despertarme.

Encontrar a un gran lobo con ojos grices y colmillos fuera acercándose lentamente hizo despegarme del pecho de Tae.

¿Quien...?

—J-Jungkook—Tartamudee y me levante.

Me miro y movió la cola.

—¿Jimin?—Dijo adormilado y miro al perro.—¿Que mierd-...?—Se lanzo encima de él aprisionándolo contra el sofá.

—¡Jungkook, no!—Regañe cuando vi que quería morder a Taehyung.

Volteo a mirarme esperando a que me retractara; pero no, no lo hice. Le sostuve la mirada haciendo que este se bajara de encima de él.

—¿Qué demonios pensaste que ibas a hacer?
¿Morderlo? ¿Dañarlo?—Grite enojado apuntándolo haciendo que agachara sus orejas y detuviera el mover de su cola.

—Jiminnie, yo creo que...—Se acerco a mi haciendo que entrara en alerta y volviera a gruñir.—Y aquí vamos den..—Cayo al suelo.—De nuevo, a ver perro pulgoso esperas que me transforme y pelear ¿Eso quieres? yo no tengo ningún problema.

—¡Tae!—Grite haciendo que este riera.

—¿Qué no ves que quiere matarme? No me voy a quedar con lo brazos cruzados, transformate.

—¿Qué?—Hable con miedo.

—Tienes que tranquilizarlo, eres la única persona que puede hacerlo.

—P-pero—Levanto una ceja y suspire rendido.—Agh, esta bien—Corrí hacia mi habitacion desapareciendo por el pasillo.

Si los perros pudieran sonreír Jungkook tendría una sonrisa maliciosa ahora mismo. Comenzó a arañar las prendas de Taehyung y comenzó a gruñir más fuerte acercandose poco a poco a él.

Hasta que apareció un lobo de pelaje blanco, con ojos de color azul y uno verde; dignos de un Omega de linaje puro.

—¡AIGOOOO!—Chillo Taehyung a lo que ambos lobos miraban con fastidio al castaño.—Minnie, me había olvidado lo tierno que eres cuando cambias.

Justo percibió el olor de Jimin, se acerco sigilosamente hacia él, comenzó a lamer sus orejas, cuello y hocico, marcándolo con su olor.

—Bueno, me tengo que ir espero y Jungkook recoja sus pulgas.— Jungkook gruño en su dirección.—¡Nos vemos!—Grito antes de cerrar por completo, la puerta.

Jimin se abalanzo contra el alfa de pelaje gris tumbándolo en el suelo. El omega se acomodo encima de él acomodándose en la panza de el lobo que le duplicaba el tamaño.

Restregó su cabeza contra el pelaje de Jungkook acomodándose entre este.

Se sintió pleno, cómodo y muy querido cuando el de mas tamaño lamia su cabecita. Dejo escapar un ronroneo y cerro sus ojos, cayendo otra vez dormido.

• • •

Desperté porque tenía calor. Mire a mi alrededor y comprendi todo.

Jungkook.

Cama.

Abrazos.

Desnudos.

Espera ¿Qué?

Me levante de golpe asustando a Jungkook.

—¿Qué pasa?—Preguntó adormilado con voz ronca.

Sexy.

—N-nada—Sonreí avergonzado y me volví a acostar.

Se volvió hacia mi lado y después de un rato sonrió abrazándome.

—Buenos días pequeño—Beso mi frente.

—Buenos días Hyung—Sonreí mostrando mis dientes.

Tocaron el timbre.

—Taehyung y Hobi—Avise volviendo a acostar.

—¿Como sabes que son ellos?—Preguntó estirándose.

—No se, su olor—Me encogí de hombros.

Jungkook se levanto dispuesto a abrir la puerta de la casa de no ser porque paro en seco.

—Jimin, ¿Tu lo percibiste?

—Ni modo.

—Pero—Se me quedo mirando.

Percibir el olor de betas es casi una misión imposible ya que parecen personas normales y su olor es muy común como estos. Ni yo entendía como pude reconocerlos.

—Jimin—Lo mire.—Estas embarazado.

Ah.

Era solo eso.

Oh mierda.

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