OMEGAVERSE® KOOKMIN

Extra.

¿Recuerdan cuando les contaba lo hermoso que era tener cachorros y una linda familia?

¡Mentira!

Bueno, no del todo pero cuando tienes bebés de tres años y una niña de once pues, la perspectiva cambia un poquito.

—¡Appi, Appi!—Gritaron mientras corrían con su pijama por mi habitación.

—¿Qué pasa?—Pregunté adormilado.

—¡Los voy a matar!—Gritó Ann persiguiéndolos.

—¡Jungkook!—Grité contra la almohada.

—¡Me voy al trabajo! ¡Te amo, Adios!—Gritó desde la sala.

Imbecil.

—¡Yah!—Grité haciendo que pararan.—Ahora mismo salen y se sientan en el sofá sin gritar, ni pelear—Los mire mientras me levantaba.—¡Ahora!

No solía enojarme, nadie en la casa solía escucharme gritar porque no era así.

Pero hoy, hoy estaba de muy mal humor.

Me levanté y tome una camiseta para ponérmela y un buzo negro con capucha.

—A ver—Dije sentándome en el sillón del frente a mis hijos quienes estaban tranquilamente sentados.
—¿Qué ha pasado?

Comenzaron a gritar y chillar al mismo tiempo.

Lleve mis dedos a mi cien y suspiré.

—¡Cálmense!—Grité haciendo que se callaran.—Ann, ¿Qué pasó?

—Ellos entraron a mi habitación y tomaron mis cuadernos de dibujo, ¡Los rayaron con crayones! No tienen porque entrar en mi habitación—Dijo cruzándose de brazos.

—Pequeños, ¿Porque hicieron eso?—Pregunté mirando a los gemelos que yacían con la cabeza gacha.—No hablen al mismo tiempo, Minyeong.

—Queliamos dibujal como ella—Balbuceó llevando una de sus manitas a su rostro apoyándola en esta con un suspiro.

Aún le costaba pronunciar la "R".

Pero era muy tierno como para avergonzarse por ello.

—Minseong—Llamé.

—Ella nunca juega con nosotros polque dice que le estlesamos mucho—Hizo un puchero y abrazo a su hermano.—Queríamos hacel algo con ella.

Minseong a cambio, era un poco más despierto y se le complicaba una que otra palabra.

—Ella no nos quiele Appi—Sollozó Minyeong tapando su rostro con sus manitas.

Me giré para ver a Ann y ella rodo los ojos.

—Venga, ya se que vas a decir—Dijo mirándome y luego a sus hermanos.—Podemos jugar, pero no entren a mi habitación sin avisar—Se colocó en cuclillas enfrente a sus hermanos.

Tomo las manitas de Minyeong separándolas de su rostro haciendo que hipara mirándola.

—Esa es mi condición y claro que los quiero, también me estresan pero los quiero—Dijo rascándose nuca.

Sonreí, era idéntica al subnormal de su padre.

—Nosotlos también—Se tiraron a abrazarla.