OMEGAVERSE® KOOKMIN

O8.

Jungkook.

—¡Ay!—Chilló.—¡Pica, pica, pica!

—Jimin, te dije que usarás repeletente—Gruñí acercándome al omega que se encontraba quejándose en el césped.

—¡No es mi culpa! los mosquitos son malos—Hizo un puchero mientras se rascaba sus brazos.—¡Hyung! M-mis dedos...

—Tus dedos siempre han sido gorditos, no agarres como excusa a los mosquitos cachorro-
Dije divertido sentándome a su lado.

—Es enserio Hyung, me picaron—Me miro con sus mejillas infladas.

—¿Entonces también te picaron en las mejillas y en el culo?—Pregunté alzando una ceja tratando de no reírme por su rostro.

—No... eso es natural—Murmuró, no pude contenerme y estallé en carcajadas.—¡No se ría Hyung!

—Lo siento, lo siento—Me tranquilice y lo acerque a mi con la intención de besarlo pero corrió el rostro.

—No, nada de besitos para usted—Se giro dándome la espalda con los brazos cruzados.

—¿Escuchas eso?—Negó aun dándome la espalda.—es el sonido de mi corazón, rompiéndose.

—Yah, hyung—Rió.—Quiero estar molesto.

—Que normal Park.

—Yah—Volteo mirándome con su baza ladeada.—No puedo estar molesto con usted—Frunció el ceño inflando sus mejillas.

—Y eso es muy malo.

—Rió.—No puedo hyung, se parece a un conejito.

Si, en el orgullo de mi alfa.

—Me dueles Jimin-ah—Puse mi mano en mi pecho.
—Mi alfa se siente herido.

—Solo decía ¡Hyung bájeme!

—Nope—Me dirigí al lago y saqué mis zapatos.

—¡No! ¡No, no Hyung!—Chilló.

—Muy tarde Park.

Me lance con Jimin al lago, y cabe aclarar que no es época de meterse a uno.

—H-hyung —Titiritaba mientras se abrazaba a mi.

—V-vamos a salir Jimin.

Joder pero que frío hacía.

Lo volví a coger en brazos y lo lleve a la cabaña en donde prendí la pequeña chimenea mientras veía como Jimin temblaba de frío.

Y no era el único.

—Cachorro—Me acerqué y lo cubrí con una tolla.—Vamos, nos daremos una ducha de agua caliente.

Abrí la llave del agua y espere que el agua caliente llenará la bañera mientras Jimin esperaba sentado en la tapa del inodoro.

Cuando la bañera ya estaba llena, lo ayude a quitarse la ropa para por fin poder meterse y al menos, dejo de temblar. Hice lo mismo que él, me quite toda la ropa mojada y me deje los bóxers.
Los labios de Jimin estaban morados, y yo sé como podría ayudar.

—T-tengo frío Hy...-

Junte nuestros labios y sí, claramente estaban fríos, pero no perdían los suaves y adictivos que son.