Último.

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La niña se llama Ann, si lo siento.🥺

—Y como vera, no podemos permitir esa clase de comportamiento—Dijo mirando con reproche a Ann quien se achicaba en su asiento.

—Lo comprendo profesora Choi, no volverá a suceder. ¿Verdad Ann?—Pregunté mirándola serio y ella asintió.

—Lo siento plofesola, pelo no fue mi culpa así que no me discúlpale con él—Dijo cruzándose de brazos haciendo un puchero.

—Oh nada de eso jovencita, lo primero que harás será disculparte—Respondí con una sonrisa.

—Bueno Sr. Jeon ya le tendré al tanto del comportamiento de su pequeña.

—Sólo llámeme Jimin—Sonreí dandole la mano.—Muchas gracias, yo me encargare de ella a partir de ahora, nos vemos.

Salí con ella tomada de la mano mientras estaba con un puchero y el ceño fruncido. En el camino encontramos a un niño con el uniforme lleno de pintura.

Supongo que él es Chenle.

Oh, hola pequeño ¿Tú eres Chenle?—Pregunté con una sonrisa.

—Sip, u-uh—Dijo asustado abrazando mi pierna viendo a Ann.

—No te preocupes cielo, ella es mi hija y vino para disculparse contigo.

—No es cielto, tu me tlajiste—Respondió mirándolo mal.

—Annabelle...

—Suspiró rodando los ojos.—Lo siento Chen.

—Uh, que linda—Respondió con lo que creo yo sarcasmo y una sonrisa divertida.

—Ash—Apretó sus puños y se quisó ir en contra de él pero yo la agarré

—Bueno mejor nos vamos, lo siento mucho
pequeño, prometo invitarte a almorzar para recompensarlo déjame pensar...¿Nuggets de dinosaurios y papas fritas?—Dije y sus ojitos brillaron dejándome ver su sonrisa con dientes de conejo.

Un dejavú.

¡Si!—Respondió emocionado.

—Bueno pues nos veremos el fin de semana—Sonreí y me despedí de él mientras esperaba a Ann.

—Eles un idiota—Le dijo mirándolo mal.

—Claro princesa—Le guiño el ojo y le dió un beso en la mejilla haciendo que Ann corriera hacia mí sonrojada.

—¿Pasa algo?

—Nop.

—En la casa tenemos que hablar jovencita.

• • •

—¿Ann ya está durmiendo?—Preguntó Jungkook acostándose en la cama.

—Si, está castigada así que nada de mimos por una semana ¿Vale? nada de dulces, ni videojuegos, hablo enserio Jeon—Gruñí.

—A la orden—Dijo haciendo un saludo militar haciéndome reír.—La verdad que me recuerda a mi en la escuela.

—Lo dices por las miles de bromas que ha hecho o ¿Por las múltiples llamadas de atención?—Enarque una ceja.

—Porque no importa lo que digan, a ella le valdrá—Dijo riéndose.—Oh joder, es igual a mi, estoy orgulloso.

—¡Jungkook! Se supone que tienes que apoyarme—Dije con un puchero.

—Vale, vale, nada de mimos—Dijo abrazándome.—Pero... la misma regla no va para ti ¿Verdad?—Ronroneó besándome el cuello.

OMEGAVERSE® KOOKMIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora