54. Cuidando de tí

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Hoy era el dia en que ellos ya volverian, para sorpresa de todos Christopher no amaneció enfermo asi que siguieron disfrutando de Vancouver por el resto del día.

Mientras las chicas se fueron a un spa a pasar el dia. Y así cayó ya la noche. Ellos regresaron de Vancouver y Christopher se fue derechito a su casa sin dar ninguna explicacion a su mamá de a donde y con quien se fue.

A la mañana siguiente Erika se arregló para ir a comprar la despensa porque se habia terminado y olvidaron comprarlo. En unos cuantos minutos hizo las compras y al salir se encontró con el auto de Christopher afuera, lo buscó con la mirada y vio que estaba decidiendo si entrar o no a la cafeteria eso la puso en duda asi que se acercó a él.

- hola mi amor- el se giró y tenia un aspecto de la mierda- ¿que rayos te paso?

Tenia los ojos rojos, los labios secos, estaba palido y con la nariz roja y congestionada.

- nada princesa. Estoy bien- estornudó ruidosamente

- salud- sonrió- no tu no estas bien Christopher, como pudiste salir de tu casa en esas condiciones. Vamonos a mi departamento- ella comenzó a caminar y el la siguió. Puso las compras en el asiento trasero y luego lo ayudo a sentarse en el puesto de copiloto.

- ¿no estas en tu auto?- hablaba raro porque la nariz estaba tapada y no podia respirar por ella asi que lo hacia por la boca, ella le puso el cinturon de seguridad.

- no mi amor vine en taxi- cerró la puerta y rodeó el carro para subirse a conducir- ahora vamonos a ver que te sucede.

Comenzó a conducir hasta su apartamento, estaciono el auto, tomó las bolsas y llegaron a su habitacion con dificultas ya que ella aparte de cargar las bolsas tuvo que cargar a Christopher

- acuestate aquí- él se tiro de cara a la cama- pero de frente Chris- con pereza lo hizo- ahora vamos a ver que carajos tienes- le ayudó a quitarse los zapatos y a acostarse bien en su cama.

- ¿sabes que te amo?- le acarició la mejilla es ahí donde ella sintió un calor en esa zona y llevó su mano a la frente del castaño

- estas caliente Christopher...- él soltó una risita debil- ashh no es lo que piensas tarado, si no estas que ardes en fiebre

- me siento de la mierda- se frotó la nariz- mi amor dile a mi hermana que la amo

- ay no seas tan dramatico es solo un resfriado- le quitó la sudadera

- no me la quites. Tengo frio- se tapó con la cobija

- ¿has comido algo?- le puso el cabello para atrás con sus dedos y él negó- entonces debes comer. Mi mamá me enseñó que para este tipo de cosas es buena una sopita de pollo

- pero no tengo ganas- se quejó pero ella no le hizo caso así que se fue a preparar la sopa. Cuando estuvo lista se la llevó.

- vamos mi amor debes comer- ella ponia la cuchara cerca de su boca pero el no la abria- Chris si no comes te vas a enfermar más- seguia moviendo la cara- Escucha comes hasta que sientas que va a regresar y me lo dices ¿si?- el asintió y comenzó a comer, solo se comió la sopa hasta la mitad.

- ya no quiero- ella asintió y se llevó el recipiente a lavarlo.

Tomó un recipiente con agua helada, unas toallas y mentol para luego regresar con él.

Le destapó ligeramente y desabotonó la camisa de Christopher.

- ¿estas tratando de abusar de mí al verme tan vulnerable?- ella lo miró y rodó los ojos- ¿para que me estas poniendo esa crema en el pecho? Huele fuerte

Obstáculos ~Christopher Vélez~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora