Academia Bleed (Versión física disponible)

¿Quién es Gastón?

Capítulo 9

Habían pasado horas y la Academia estaba a reventar, Wo-Ho!, de las mejores fiestas que he tenido en mi vida.

Llegaron las 3:00 am, y ya estaban apagando todo, Harry y yo nos fuimos, me dejó en la puerta, Ambs venía luego, se había quedado con Tony. Entré y lo primero que hice fue tirar los tacones lejos de mi vista, estaba muy cansada. Los pies me mataban, aunque me alegro que sea por bailar y no por estar huyendo.

Entré a la fría ducha, amaba el agua helada en la madrugada. Me di una relajante ducha y me cambié, me cepillé los dientes, froté bien los colmillos, enjuagué la boca y la cara, miré al gran espejo el cual se encontraba empañado, con un mensaje que me heló los huesos...

"Cuidado dulce vampiresa, te vigilo... Pronto iré a visitarte...

—Gastón."

¿Gastón? No era un nombre que estuviera en mi memoria a corto plazo, me froté los ojos y lo que estaba viendo no podía ser: era alto, rubio y con cabello largo, traje negro, chaqueta de cuero negra hasta el suelo, buen gusto para la ropa, botas militares, y unos ojos profundos color Rojo... Juro que ya he visto esos ojos, pero no recuerdo donde, y su cabello alborotado... Pasó la mano por su cuello, como si quisiera degollar el mío, Salí corriendo hacia la habitación y me enterré en mi cama. Me metí bajo las mantas, pidiendo por amor a Dios que apareciera Harry a mi lado, Frank... Incluso Nick. Soy una chica ruda, pero puedo ser tan débil como una oveja a punto de ser comida de Lycan...

Me gustaría que estuvieran aquí, O especificando... Que alguien conocido esté aquí, cuidándome, acariciando mi cabello, que me dijera que todo estaría bien... y que está conmigo...

Sentí un bulto en mi cama.

—Claro que estoy contigo.

Reprimí un grito.

Yo aún estaba debajo de las sabanas, así que no lo he visto.

—Me asustaste, creí que... ¿Y tú como llegaste tan rápido?

—Mm yo ... ¿es...cuché?

—Tu habitación está en la primera planta, la de todos los maestros.

—Estaba en los pasillos. —Dijo nervioso.

—¿Por qué?

—Mm, yo...

—Sea quien seas o lo que seas, te pido por favor que salgas de mi cama y te largues de mi cuarto, ¿okay?

El peso se quitó de la cama.

—¿De qué hablas Catalaia?

—Apestas a fantasma, ¿qué eres y qué quieres aquí? —Levanté las sabanas y mis ojos casi se salen de las cuencas.

—¿Quién eres?

Calló y yo suspiré aliviada.

—Ando vagando en esta academia... Por un secreto que hasta ahora me doy cuenta de que se cumplió.

—¿Secreto? ¿Por qué secreto? ¿Por qué estás amarrado a la academia? ¿Cuántos te han visto?

—Muchas preguntas que no responderé.

—¿Qué? ¿Por qué?

—¿Quieres morir?

—¿Cómo que morir?

—Verás...  —Interrumpí.

—¡Espera!

—¿Qué?

—... Dime al menos tu nombre.

—Dudó y al fin me dijo— Bien, soy Harold.

—¿Harold? —¿A qué madre se le ocurre ponerle Harold a su hijo?

—Eso no se piensa.

—¿Cómo te diste cuen...?

—Los vampiros saben mas por viejos que por vampiros.

—bien Harold... ¿De qué época eres?

—1869.

Vaya que está viejo.

—¡Hey!

—¡Perdón!... y, ¿tan antigua es la academia?

—No, la academia se fundó en 1875.

—¿Entonces?

—Esto fue un campo de concentración de una guerra.

—¿Guerra? No hay ninguna guerra registrada en esos años.

—¿Tú crees que el preciado conde Drácula registraría una guerra que no le favoreció a nadie?

Callé.

—Okay. Ahora sí, cuéntame.

—Bien.

Flashback, Italia-1869.

—¡Soldado Harold!

—¡Diga mi capitán!

—Revise la entrada, que esos perros sarnosos no se acerquen aquí, y si están —Cargó una pistola y me la dio— Que no queden vivos.

—¡Sí, mi capitán!

Salí y me paré en la puerta, no se veían moros en la costa, decoloré mis ojos a dorado y busqué la mente del capitán, le dije que todo estaba bajo control, me dijo que me quedara vigilando y asentí, decoloré mis ojos de nuevo y me quedé haciendo guardia.