Academia Bleed (Versión física disponible)

La sobrina de Drácula

Capítulo 16

—Vaya, Vaya... Vaya. ¿Qué tenemos aquí?...

Se acercó a mí en forma de acecho.

—¡Aléjate! —Ordené— No quiero hacerte daño.

—... ¿Cómo?, ¿peligrosa...? —Retrocedió espantado.

Pude leer su mente antes de que la bloqueara... "¿Será la sobrina de Drácula?"

Me acerqué rápidamente, y lo tomé del cuello, aunque un vampiro no puede hipnotizar a un Lycan yo lo logré.

—Escúchame bien: me dirás todo lo que sabes acerca de la sobrina de Drácula, y luego vas a volver a tu vida "normal"... No te dejarás hipnotizar de nadie más que no sea yo... ¿Okay?

Asintió con lentitud y lo solté, volviendo rápidamente a mi lugar cuando sentí los pasos de Frank acercarse. Cuando llegó al lugar los ojos del Lycan volvieron a la normalidad.

—¿Por qué tanto alboroto, Cat?

—Este Lycan... Llegó a amenazarme.

El Lycan me miró incrédulo, le dije mentalmente "sígueme la corriente".

Se quedaron mirando fijamente, hasta que Frank esbozó una sonrisa.

—¿Clank?

—... ¿Army?

—¡Hey!, ¿cómo estás hermano? —Se saludaron de forma calurosa.

—Yo estoy bien. Luchando, pero bien... Pero ¡Tú! Oh amigo... ¡Tú sí que estás bien! —Replicó Clank mientras me miraba de arriba-abajo y continuó.

—Te ganaste la lotería con esta pequeña vampiresa... ¿Otra de tus conquistas para tu "álbum de trofeos"? —Dijo burlón.

—Ya no soy así. Ella no es ningún trofeo, así que espero que la respetes, ¿entendido?

—¡Oh, tranquilo Romeo! No le haré nada a tu pequeña Julieta... Pero mucho cuidado donde pisas... Maxim esta vigilando casa paso de cada criatura alrededor de toda Europa...no descansará hasta ver a la sobrina de Drácula sin cabeza.

Los dos nos tensamos.

—Bien, hace frío y debemos entrar, gracias por el aviso... Nos vemos luego.

Dijo Frank y le envié a Clank un pensamiento diciéndole que estuviera aquí a las 6:00 a.m., que era la hora en que Frank se iba a cazar.

—Adiós. —Dije.

—Hasta pronto... Señorita.

Harry.

Iba en mi auto rumbo a Londres, estaba en Luxemburgo y empezó a sonar una canción que me sabía de memoria.

Mientras la tarareaba pensaba en mi situación con Cat... ¿Por qué cada día que pasa... La quiero más como si fuera uno de los míos y debería ser todo lo contrario?

—Porque así debe ser.

Miré en el retrovisor y di un brinco al ver a papá sentado atrás.

—Demonios... Casi me matas de un susto.

—No sería bien visto que mueras por ver una aparición. Tampoco tenía planeado hacerte parar y entrar al auto como si fuera un humano común y corriente.

—Hay algo que nunca extrañé de ti y fue ese sarcasmo de los infiernos, ¿desde cuándo puedes hace eso?

—Deja de invocar a los demonios si no quieres llevarte una sorpresa. —Dijo, regañándome con severidad y haciendo que tragara saliva.— ¿Qué no puedo hacerle una visita sorpresa a mi hijo en su auto?

—No exactamente.

Me miró divertido.

—¿A qué te refieres con eso de que con Cat debe ser así?

—Solo estaba divagando, siento que esa chica no te conviene pero en fin, disculpa las estupideces de un casi vampiro de más de cien años.

—Ese "casi vampiro"  es mi padre, y como no se atrevió a aparecer en toda mi existencia, debo escuchar lo que dice ahora con mucha atención. —Finalicé irritado.

—Di lo que quieras... Aún no es el momento de que sepas lo que vendrá después.

—... ¡Qué terco eres!

—Soy tu padre, ¿qué esperabas? —Dijo con ironía casi burlesca.

Así como apareció, se fue.

Suspiré frustrado y volví mi vista al frente.

Me gusta Liverpool porque no cambia... Las personas cambian, los estados de ánimo, los pensamientos, pero con el tiempo... esto es lo único que no he visto cambiar.

Aparqué el auto frente a la casa de mamá, toqué tres veces, y apareció mi hermana abalanzándose a mis brazos y rompiendo en llanto.

—¡Creí que no volvería a verte!, pensé que no lo lograrías... ¿Tuviste algún obstáculo para llegar?

—En realidad no, ¿cómo esta mamá?

—Entra tú y compruébalo. —Una sonrisa juguetona apareció en su rostro.

Me adentré en la sala y vi a mamá como la dejé hace veinte años... Solo que ahora tiene un tono más oscuro en su cabello.

— ¿Mamá? —Mi voz se quebró en la última sílaba.

—¿Harry? Oh hijo, ¡estás bien!

Me abrazó y una pequeña lagrima se deslizó por mi mejilla. Luego de separarnos, hablé con la voz un poco más aguda por la emoción.

—Debemos hablar.

—¿Sobre qué?

—... Sobre mi origen.

Me miró con una expresión de sorpresa, pero mezclada con comprensión. Gabriela entró y nos sentamos en la sala a hablar de lo que ya había mencionado.

Catalaia.

No podía creer lo que mis ojos estaban viendo: solo había una cama.

Frank se ofreció amablemente a dormir en el sofá, pero no tuve corazón para dejarlo afuera... Así que dejé que durmiera conmigo. Cuando desperté a las 5:30 a.m ya no estaba a mi lado.

Me levanté de la cama, y fui hacia el baño. Lavé mi rostro, mis dientes y entré a la ducha. Dejé que el agua helada recorriera mi cuerpo y dejara en mi piel una sensación relajante.

Hacía frío... Mucho. Tanto que yo lo sentía.

Salí a caminar por los alrededores de la montaña, y volví a la cabaña exactamente a las 6:00 a.m, Clank ya estaba ahí.

—Vaya... Qué puntual.

—Buenos días, ¿cómo estas? ¡Oh! Yo bien, gracias por preguntar... Catalaia.

Bufé rodando los ojos.

—Lo siento, buenos días.

—Bien preciosa... ¿Qué quieres saber exactamente?

—Primero: no me llames preciosa. Y segundo: todo lo que se pueda.

—Bien... Esto es lo que sé.

—Aguarda. —interrumpí.

Saltamos hacia una rama de un árbol.

—Ahora sí, comienza.

—Bien: hacia el año 1869, Drácula y su tribu se llevaban muy bien con Maxim y los Lycans... Hasta que su único sobrino se enamoró de la única hija que tuvo Maxim: Carola Sanders.

De aquella unión nació una niña cuya sangre era... O bueno... Es, curativa con los vampiros y altamente nociva con los Lycans. Por lo que supo nuestro territorio... El sobrino murió por orden del mismo Drácula... Lo cual a mí no me agradó. Logré cruzar algunas palabras con él y me pareció un tipo muy simpático. —Sonreí levemente— También iban a condenar a Carola al encierro, pero ella fue más astuta y escapó.

Comencé a prestar más atención al relato.