Vacaciones en la montaña

37.6K 2.7K 47
                                    

Capítulo 15

Traté de hacer desaparecer el tornado pero miles de imágenes llegaban a mi mente sin explicación alguna, comencé a sentirme algo frustrada y aún no entendía por qué pasaba todo esto.

—¡¿Vas a explicarme?! —Dije gritando por el ruido del tornado.

—¡¡SÍ!! Te contaré... —Gritó— ¡Pero por favor detén este tornado!

Traté con la mente pero no funcionó y el pánico me empezó a inundar.

—¡No puedo!

—Se acercó y me tomó por los hombros— Sí puedes... Mírame.

Sin hipnotizarme, logró tranquilizarme y el tornado se fue.

—Podemos subir a la cabaña, instalarnos... Y luego hablaremos al respecto.

—... Bien.

Salté dejándolo atrás hasta lo más alto de la montaña, donde una pequeña cabaña hecha con madera, humeaba por la chimenea... Daba un aspecto de calidez, en la soledad de aquel paisaje.

Entré y la calidez que se observaba por fuera, era tal cual por dentro.

Nos esperaba un sofá color beige, al lado de otras 2 sillas del mismo color, una pequeña mesa de centro, con 2 muñecas de porcelana, un cenicero y un florero con 2 rosas blancas. No podía faltarle a este rústico paisaje una chimenea.

Era una pequeña chimenea que daba calor y un aspecto de hogar a la pequeña cabaña, con cuadros y retratos en las paredes... Esto si es un hogar... Donde yo viví por mucho tiempo no se parecía en nada a esta, que aunque pequeña... Era lo más parecido a lo que yo consideraba como un hogar.

Solté la maleta y me quedé admirando la casita.

—¿Te gusta? —Dijo Frank entrando después de mí.

—Sí... Gracias por invitarme. —Volteé a mirarlo.

—Cuantas veces sea posible...

Nos quedamos mirando y me puse nerviosa al ver que ninguno cedía.

—Mm... ¿D-dónde esta la cocina? —¿Cómo era posible que un chico menor que yo fuera capaz de ponerme nerviosa?, ni siquiera en los seres sobrenaturales importaba tal cosa como la edad.

—A la derecha. —Dijo sin dejar de mirarme.

—Iré a preparar un poco de chocolate.

Le dediqué una sonrisa y me fui casi a brincos y apenada hacia la cocina. Me senté en una pequeña silla color marrón mientras esperaba que el chocolate estuviera listo.

Cuando al fin estuvo en su punto le coloqué malvaviscos que encontré en la alacena.

Cuando llegué a la sala se encontraba afinando una guitarra, puse su taza de chocolate en la mesa, me senté a su lado y comencé a hablarle por pensamientos.

"—Sigo muy enojada."

"—Y yo sigo pensando que te ves hermosa cuando te enojas..."

Me sonrojé un poco y contraataqué antes de que pudiera decir algo.

"—No me evadas."

"—No te estoy evadiendo, sé que aún estás molesta. Solo digo que te ves hermosa de cualquier forma."

Volví a sonrojarme.

—¿Vas a decirme? —Dije cortante.

—¿Qué?

—... ¿Por qué los olvidé?

—... ¿Podemos ir afuera?

—Bien.

Cuando salimos, nos sentamos en una banca, lo miré alentándolo para que empezara.

—Bien... Lo que tengo entendido es que cuando pasas por el portón de la academia, borran tus recuerdos de personas que estarán también ahí, para no tener posibles disgustos con ellas... Y solo se recupera la memoria cuando sales graduado.... No entiendo cómo es que tú la recuperaste si no llevas un año entero.

Suena muy creíble....

—Oh, ya veo. En ese caso te pido perdón por cómo te grité allá abajo.

—Tranquila... Yo hubiera hecho lo mismo.

Me miró y sonreímos.

—Y bueno... —Continué— No puedo decir que tengo frío para me abraces ent...

—No hace falta.

Y fue el abrazo más hermoso que me han dado, después del de mi padre. Estaba lleno de eso que tanto había extrañado: amor.

Le di un sorbo a mi chocolate.

—Espera, no te lo tomes, ¿podrías esperar que vaya por mi chocolate?

—¿Por qué?

—Así podemos hacer una especie de "brindis".

Reí ante su idea.

—Bien, te espero.

Cuando se fue, me puse de pie para admirar el paisaje nocturno que ofrecía la naturaleza y como era costumbre, me adentré en mis pensamientos, ¿podría tener algo con Frank?, pero... ¿Y Harry?, siendo sensatos, mis sentimientos hacia el rizado chico habían cambiado bastante, en este momento no siento algo que pase de una buena amistad, y de verdad quería darle una oportunidad a la única persona que me había removido el corazón después de tantos años de vida, y ese era Frank. 

Seguía divagando cuando una sombra y un olor insoportable a Lycan mojado me sacaron de ellos.
Sentía que me observaba con cautela desde varios ángulos hasta que apareció frente a mí.

Academia Bleed (Versión física disponible)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora