Stranger Love (Libro 1, Saga Strangers)

Cap. 6 Pt: 3

Finn

Hoy es el cumpleaños de mi chica plateada. Tengo una sorpresa para ella y espero que le guste. Estoy desayunando waffles -y no, no soy Eleven -, cuando Nick baja las escaleras, me saluda y me mira extraño.

-Oye, cara de sapo... Estaré fuera todo el día y tal vez no venga en la noche, ¿puedes con eso? -me dice, despreocupado.

-Como quieras -le digo sin dejar de comer.

Así que tendré la casa para mí sólo hoy...

¡Perfecto! Y no, no estoy pensando en "modo Richie Tozier", sino que va genial para que nada arruine mi plan de un día perfecto para Billie...

Vaya que quiero impresionarla y hacer de este día unos de los mejores de su vida, y no uno más de los peores, como ella me confesó ayer.

Salgo temprano a comprar todo lo necesario para hacer de este día, el mejor cumpleaños de la vida de Billie. Por supuesto, no me olvido del regalo que le daré esta tarde. Quiero tener un detalle que demuestre lo única e increíble que es para mí, pero que también vaya con su personalidad tan fuerte y colorida.

Al final, después de más de dos horas buscando, doy con el regalo perfecto, que grita "Billie, esto es para ti", en mi loca mente. Además, tiene un significado de un momento único que he compartido exactamente con ella.

***

Preparo lasaña a la boloñesa.  Resulta que al igual que a mí, este plato a Billie le encanta, otra cosa más que compartimos. Ordeno la mesa como si fuera una cena, como en las películas, obviamente, no pongo velas, ya que la comida será en el día y no en la noche.

Son las 02:30 pm, falta sólo media hora para tener a B aquí, así que me apuro, luego de tener todo en orden, y corro rápido a darme una ducha. Dejo que mis rulos se sequen al natural -aunque nadie lo crea, no necesita mucha ciencia tenerlo sedoso y suave, sólo lo lavo todos los días con un buen shampoo y lo dejo hidratar con una crema especial para mi tipo de cabello -. Bueno, me fui por las ramas. Ahora sí, elijo una playera blanca simple y unos jeans negros que creo que combinan bien con mis Vans negras también. En eso, escucho el timbre en la entrada.

- Billie ya debe estar aquí... -suelto, mientras bajo las escaleras a toda prisa a recibir a la cumpleañera.

Una vez en la sala principal, abro la puerta y no logro divisar a nadie.

-¡Malditos niños bromistas! -me dispongo a cerrar la puerta de mala gana, cuando una figura salta sobre mí, haciendo que caiga de espaldas al frío suelo. Por instinto cierro los ojos, y al abrirlos me encuentro con un rostro muy familiar...

-¡Sorpresa! -dice de manera infantil y burlona.

-¿Sabes? -digo pícaro  -. Es una agradable sensación tenerte arriba mío justo ahora. -Le doy una sonrisa sexy.

-¡Demonios, Finn... yo, lo siento! -dice roja hasta casi arder en llamas, literalmente, casi...

-No me molestaría si quisieras seguir en esta posición... Si quieres, podemos cambiar. -No le doy tiempo a reaccionar y doy una audaz vuelta, colocándome yo esta vez arriba de ella, acorrálandola con mis brazos a los lados de su cabeza.

-E-esto no es g-gracioso, W... -tartamudea al estilo Bill Dembrought.

-Sí que lo es... Deberías ver tu cara. -Me levanto, tendiéndole la mano para que ella también lo haga.

-Eres un idiota, Wolfhard. -Me da un fuerte manotazo en la cabeza.

-¡Joder, B! -me quejo del dolor de haber sido víctima de su mano de piedra.