La mesa en el centro de aquella cocina parecía la mejor adquisición en aquella casa, al menos eso pensaría quién lo viera mirando aquel objeto tan concentrado pero en realidad, a Yoongi le valía mil pepinos la mesa, solo miraba aquel objeto sin mirarlo realmente, perdido en algún punto mientras se dejaba envolver por sus extraños pensamientos y preguntas por su comportamiento hacía unas horas.
Simplemente aún pensaba en cómo si vida había dado tantas vueltas, como paso de tener una vida tranquila y cómodo -aburrida para muchos-, a estar cuidando al sobrino de uno de sus mejores amigos mientras se quedaba en su casa, agregando el hecho de que soportaba la presencia de un alfa a la cual le insinuó que le rompería la cara y casualmente se terminó haciendo amigo del pequeño alfa, llevándolo a verlo dos días seguidos.
Sospechoso.
Con molestia, Yoongi miro arriba.
-¿Qué te he hecho para merecer esto?- Termino murmurando para él mismo y a la nada.
Jungkook entró cantando ruidosamente, con una melódica voz que varias veces había escuchado entonarla junto a Taehyung. El alfa cargaba al pequeño en brazos quién iba intentando seguir la letra de la canción.
-¿A quién le habla hyung?- Preguntó el alfa mayor con una sonrisa de lado. -No me diga que ya ha empezado a hablar solo, aigoo~ tan ancianito- Se burló.
Yoongi enrojeció y Taehyung como el traidor que era, se echó a reír ruidosamente.
-Mocoso insolente, ya no respetas a los mayores, debieron darte un buen castigo cuando cachorro- Se quejó el Beta de brazos cruzados, refunfuñando y tragándose las malas palabras por la presencia del menor.
Cuántas ganas tenía de insultar a ese mocoso, quería decirle muchas cosas, en su mayoría groserías, quiería que ese niñito le pusiera mucha atención cuando le diera un sermón del tamaño de USA, quería que... esperen, ¿Acaso dijo que quería su atención?
Horrorizado término batiendo la cabeza desesperado.
-¿Por qué Yoongi Hyung sacude tanto la cabeza?- pregunto un Tae con una cara muy divertida.
-A de ser que se está sacudiendo las pulgas- Contesto Jungkook con la misma sonrisa.
-Las pulgas que se me pegaron en TU casa- Contesto el beta.
Jungkook se hizo el herido.
-Yo no tengo pulgas hyung, y si las tengo, me las ha pegado usted- Se burló.
-¡Yah! Eres un chiquillo grosero y...- Justo cuando estaba por empezar a gritar, su celular en la mesa de la cocina termino sonando.
Conducir directo al aeropuerto con dos alfas que parecían tener batería interminable no era lo que Yoongi hubiese planeado cuando acepto cuidar la casa de su mejor amigo, ¡Diablos! No sabía cómo había acabado en ello pero, cuando contestó la llamada de Hoseok notificando que ya iban a arribar dentro de unos minutos y el alfa con olor a piñas escucho la voz de Kookie termino accediendo a que el menor fuese al aeropuerto, quedo más satisfecho al escuchar a Taehyung hablar tan animadamente de su nuevo amigo, aquel alfa sabía que se llevarían bien cuando se conocieran.
Y así término en el aeropuerto con dos mocosos inquietos, caminando, jugando y saltando, metiéndose como cachorros curiosos a casa tienda de regalos que había en aquel lugar.
-¿Crees que Hyung me ha comprado algo en su viaje?- Le pregunto el pequeño Tae al beta, agarrado de su mano y a la vez de la de Kook.
-¿Es por ello que has venido de tan buen humor?- Pregunto Yoongi enarcando una ceja, mirando al chiquillo. -Mocoso interesado.
-¡Yah! Eso duele hyung- Se burló el menor, Ugh, estaba agarrando las costumbres de Jungkook de molestarlo.
-Te voy a jalar una mejilla- Amenazó el beta.
-Nooo, Kookie ayuda- Chillo el alfa con una enorme sonrisa, el pelinegro solo sonrió cómplice y cargo al pequeño.
-Lo estas malcriando- Mascullo en mayor mirando al alfa en desacuerdo.
¡Y el muy condenado solo le sacaba la lengua!
Pasajero del vuelo procedente de Paris saliendo por la puerta 64, gracias.
Y tal como la bocina lo afirmo, el trio de chicos se acercó hasta la puerta donde varias personas salían sumidas en sus mundos, muchas ya tenía personas esperando por ellas, otras salían hablando por sus móviles ignorando todo a su alrededor, Yoongi frunció el ceño cuando tantos olores le llegaron al olfato mareándolo y solo entonces Yoongi volvía maldecir como en un pasado su fastidiosa naturaleza como beta y la habilidad que tenía para notar los olores. Pero de nuevo, como si el mundo lo odiase, término percibiendo el olor fuerte a nueces que adormecía tontamente sus sentidos.
-¡Allí están!- Chillo Tae emocionado, revolviéndose entre los brazos del alfa el cual bajo y como un deja vú, termino corriendo hacia la pareja.
Hoseok con una sonrisa tan radiante que casi hace que Yoongi se queme por los rayos que emanaba los recibió con una sonrisa y muchos abrazos de los cuales Yoongi quiso huir. Una sonrisa se formó en sus labios cuando noto en la mano de su mejor amigo Omega, en uno de sus dedos, descansaba un pequeño anillo dorado con algunas decoraciones. Todo había salido bien, ellos iban a estar mejor que nunca.
-Oye Kookie, ¿Qué harás este fin de semana?- pregunto un Hoseok curioso desde la parte trasera del carro, llevaba encima a un Tae dormido y en su hombro izquierdo a su futuro esposo, también dormido.
-Nada importante que recuerde Hyung, ¿Por qué?- Pregunto Jungkook desde el puesto del copiloto.
Yoongi miro con desaprobación a un Hoseok sonriente por el retrovisor, oh no, ese alfa loco de nuevo se estaba metiendo cosas en la cabeza donde no las habían.
-Ni lo sueñes Hoseok- Murmuro Yoongi en tono de advertencia que a Hoseok por supuesto, le chupo un rábano.
-¿No quieres venir a la fiesta que le haremos a Namjonnie? La ha organizado su mamá y nos encantaría que vinieras- Sonrió como siempre pero Yoongi sabía que esa sonrisa era malvada.
-No, por supuesto que él no quiere- Hablo Yoongi casi de inmediato.
-¿Eh? Claro que quiero Hyung, no sea malo- Contesto el alfa sonriendo divertido?
¡Mierda! El mundo estaba conspirando en contra de Yoongi justo ahora. Entonces cayo en cuenta qué, mañana se enfrentaría a una de las cosas que había pasado a formar parte de sus pesadillas aunque jamás lo fuese a admitir, el sabor amargo se instaló en su boca y se concentró en manejar aquel auto, ignorando las voces de ambos alfas que reían de cosas sin mucha importancia.
Era momento de que Min Yoongi sacara su máscara para que nadie, nadie, pueda ver el cuanto le va a doler el encuentro de mañana.
Pero cierto alfa que en realidad nunca le quito la mirada de encima se llenaba de curiosidad por el cambio tan drástico en la personalidad de su hyung, él lo iba a averiguar porque si algo había aprendido Jeon Jugkook de aquel Beta gruñón, es que no era lo que aparentaba en ninguno de los aspectos.
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Hyung.
FanfictionYoongi simplemente no podía entender la insistencia de aquel Alfa por estar cerca suyo. ¤Fluff. ¤Adaptaciones solo si hablan conmigo primero♡.