Parte II: Nuevo (V)

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El día del tercer día amaneció resplandeciente y toda la mañana se la pasaron transmitiendo el programa favorito de Yoongi, aquel osito de mejillas redondas y rojas, completamente negro con un aspecto entre macabro y amigable que era al favorito de suga. Incluso kook lo pudo ver en varias partes de su ropa interior, en sus pantuflas, una remera y varios muñequitos coleccionables que estaban en una vitrina en su habitación.

Yoongi hyung en serio era alguien muy adorable, dándose de alguien malo cuando en realidad era como una especie de nube esponjocita incapaz de dañar a nadie, solo estaba algo dolido.

Entonces Jungkook aprendió que no debía contestar su celular en presencia de su hyung, mucho menos si este era una chica la que le hablaba. Tal vez si le hubieran dicho aquello, su teléfono no estaría en la carretera con la pantalla estallada y completamente inservible.

Allá iban sus capítulos de Nanatsu no tazai que no había visto.

La cosa fué, cuando ambos estaban sentado, o bueno, el alfa sentado con la cabeza del beta en sus piernas mientras dejaba pequeñas caricias en su pálida panza -porque si algo había aprendido es que al pequeño le gustaba que le sobaran la panza-, incluso ya había dado al beta por dormido cuando su teléfono empezó a vibrar en el aparador al lado suyo, lo cogió e intento hablar lo más suave que pudo para no despertarlo.

-¿Hola?- Dijo bajito observando al beta si no se había despertado.

-¿Jungkook Oppa?- Dijo una voz aguda al otro lado, no la reconocío y no parecía la voz de la presidenta de su clase así que le pareció aun más extraño.

-¿Quién es?

-¡Ah! Me han dado el número correcto. Soy Saerin de la clase B, ¿Me recuerda Oppa?- Dijo la niña.

Jungkook frunció el ceño y trato de hacer memorio hasta que llegó al día en el que los de su salón el cual era la clase A, le tocó hacer una tarea en conjunto a la clase B, era algo de servicio comunitario así que les toco darle una repasada a su parte en la universidad, fue bastante divertido porque se terminó echando pintura encima con sus compañeros. Entonces recordó la pequeña figura que trabajo con él ese día. Era una bonita Omega de cabellos rojizos largos, de ojos marrones bastante grandes, muy atractiva que estuvo a su lado hasta que se metió tanto en el juego con sus amigos que se le olvidó la presencia de la chica.

-Oh, Saerin, ya recuerdo, disculpa es que soy algo olvidadizo últimamente- Se disculpó en silencio mientras volvía a darle masaje a su beta.

-No importa Oppa.

-¿En qué puedo ayudarte?- Preguntó algo desconcertado aún, ¿Para qué lo estaba llamando?

Escuchó ciertos sonidos nerviosos y varias respiraciones.

-Oppa, me estaba preguntando si... Uh... estabas libre esta semana para ir a tomar un c-café, s-solo si estás libre claro- Dijo la chica completamente nerviosa.

Yoongi se había despertado.

Y no estaba feliz.

En algún punto de la explicación de la chica su hyung se había despertado y no le gustaba la manera tan amenzante en la que lo estaba mirando. A jungkook le gustaba molestar a su hyung, sí, pero también apreciaba mucho su vida.

Alzó sus manos alejando el celular de su oreja, dejándolo en el aire, olvidandose de que no había cortado la llamada.

-Tranquilo bebé, ¿No estabas dormido?- Dijo nervioso cual niño al que descubren sus padres. Casi podía sudar frío.

Suga sacó sus dientes y kook tuvo que tragar fuerte, nervioso, no estaba asustado por la manera en la que su hyung lo veía, estaba extrañamente nervioso, su lobo completamente inquieto en su interior.

-¡Juro que no iba a salir a ningún lado!- Se apresuró a decir cuando su hyung se colocó sobre sus rodillas casi a punto se lanzarsele encima.

-¿Eh? ¿Jungkook Oppa? ¿Está bien?- Se escuchó desde el parlante pero simplemente lo ignoró.

-Cielo, esto lo podemos resolver de manera calmada, no pensaba dejarte solito cariñito- Habló rápido.

Y luego solo se escuchó un ruido sordo de algo golpeando el duro piso. El cual así había sido.

Ahora jungkook estaba tirado en el piso, con un yoongi encima de él mordiendo sus orejas y cuello, el pobre peli-negro pataleando como niño mientras chillaba como loco.

-¡Espera hyung! ¡La oreja no! ¡Auch, eso duele hyung no sea cruel! Jajajaja ¡Espere eso da cosquillas! ¡Fuck!- Gritó como loco por las cosquillas que le daban las mordidas de su hyung.

Terminó abrazando a su pequeño beta encima de él, besando su cabezita mientras pasaba un poco su ataque de risa, su cuerpo entero se sentía muy liviano y aquella sensación dejó de sentirse solo en su estómago y se esparció por todo su cuerpo.

Dum-Dum.
Dum-Dum.

Esta vez Jeon solo se rió por ello.

Entonces recordó que no había cortado la llamada y trato de agarra el aparato, cuando lo logró acomodo a su hyung el cual tenía su rostro en su cuello olfalteando, miro su pantalla y arrugó el rostro cuando notó que la llamada ya no estaba en línea, se debió de haber cortado cuando cayó el móvil. Sin embargó la pantalla del aparato volvió a brillar mostrando el número de antes como llamada entrante. Antes de que pudiera contestar su hyung se levantó de encima, le arrebató el móvil y corrió hacia la ventana de la sala la cual daba directo a la calle, termino lanzando el aparato como si fuera balón de fútbol americano y solo se escuchó el sonido del objeto estrellarse contra el pavimento, casi pudo sentir su corazón romperse, ahí iba sus 6 meses trabajando en aquella cafetería.

-¡Hyung! ¡Mi móvil!- Chilló el menor asomándose por la ventana mirando dónde había caído. Quizás tenía salvación.

Entonces por obra de la maldad del mundo, terminó pasando un carro que le pasó su neumático por encima a lo que era su móvil antes.

-¡Oh por favor!- Se quejó el menor mirando al cielo. -¿En serio? ¿Qué lo pise un auto?.

Entonces Jungkook aprendió que no se debe contestar y usar el móvil cuando cuides de un beta mal humorado de nombre Min Yoongi.

Hyung.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora