Epílogo.

1.7K 211 9
                                    

¿Quién dijo que vivir con tu pareja predestinada era cosa fácil? Porque Yoongi estaba seguro que le daría un gran golpe al pendejo que dijo esa barbaridad, seguramente fue una especie de borracho en un bar dándoselas de filósofo.

Pues no era cosa fácil. Porque tu pareja predestinada podía decirse que estaba hecha para tí ya que complementaba tu ser pero a la vez era muy distinto a tí. Y eso lo había comprovado Yoongi las primeras semanas que Jungkook se había mudado a su departamento por insistencia del alfa.

Primero era la manera de ordenar las cosas, yoongi siempre solía acomodar las cosas en las repisas más cercanas que pudiera alcanzar mientras que Jungkook, guardaba las mismas cosas en la repisa más alta, dándole problemas al momento de alcanzar las cosas. Sabía que ese bastardo lo hacía a propósito.

Segundo era la manera de lavar la ropa, mientras que el beta separaba la ropa de color y por forma de lavado, el alfa solo metía la ropa como fuera en la maquina y a lavar se ha dicho. Varias camisas del beta blancas terminaron pintadas.

Al momento de mantener el orden era algo en lo que no se preocupaban ya que ambos eran ordenados pero en la noche.

Oh, la maldita noche en donde Jungkook jugaba videojuegos hasta la noche hacía irritar al beta.

Y no es que fuera por el ruido porque, cualquiera que conociera bien a Min, sabría que tiene el superpoder de dormir como una piedra cuando se lo propone así que, el ruido no es el problema. El problema es que, ¡Maldición! Él quería acurrucarse en el pecho de su alfa para poder dormir plácidamente, pero no, el idiota estaba justo ahora concentrado volando cabezas.

Se enrolló en sus sábanas tratando de buscar calor en aquellas mantas pero fue inútil porque, fuera caprichoso o no, él quería el calor de su alfa para poder dormir. Formó un puchero y se cruzó de brazos cuando escuchó la puerta del cuarto abrirse, dejando ver la figura del idiota que ahora era su pareja.

-¿Qué haces despierto a estas horas, precioso? ¿Tenía demasiado volumen el juego? ¿Quieres que le baje?- Dijo el peli-negro mientras se acercaba a él, tapándolo mejor con las sábanas.

-No es eso- respondió inflando sus mejillas.

Y jungkook se sintió derretir como mantequilla al ver ese gesto. Él lo sabía, aunque no le diría a su pequeño beta.

O tal vez sí.

-¿Acaso me extrañas para dormir?- Se burló aguantando la risa.

-Sí. ¿Algún problema?

Oh. Eso fue un golpe para su corazón. Las mejillas de Jungkook se tornaron rojas comi sus orejas. Y a la mierda. Terminó encima de su hyung, haciéndole cosquillas y robándole besos que lo dejaban atontado, tan adorable.

-Ven aquí, tu fábrica de calor está aquí- Dijo el alfa abriendo sus brazos una vez tomó puesto a su lado en la cama.

-Cristo, vuelve a llamarte así y te juro que te pego con la sarten que me regaló mamá- Dijo resoplando el beta sin embargo, se acomodó entre los brazos de su alfa y suspiro de placer por estar en su lugar favorito.

-Buenas noches hyung

-Buenas noches Kookie.

Y al pasar los minutos, sintió su cuerpo pesado y cansado, cayendo lentamente en el abismo del sueño profundo.

-Kookie- Le llamó algo dormido.

-¿Hm?

-Te amo.

Sintió como el pecho de Jungkookie se infló de orgullo, amor y emoción. Sintió un beso que cayó en su coronilla haciendolo reir entre sueños.

-También te amo, Yoongi hyung.

Hyung.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora