De verdad que no entendía como demonios terminaba metido en situaciones tan bochornosas cada vez que decidía caer en coma.
Y ni siquiera sabe como demonios terminó todas aquellas personas metidas en su departamento.
Para aquellos de los que no están enterados de las casuales desgracias de Min Yoongi, él mismo se encargaría de explicarlo.
Resulta que su madre tenía razón. Siempre tenía razón.
Yoongi había pasado sus celos los cuales eran pocos en el año, completamente solo, hundido en su depresión se obligó a su mismo a ignorar sus necesidades, a ignorar a su lobo evitando así, estar con cualquier persona para apaciguar el celo.
A diferencia de los alfas y omegas, los celos de los betas eran pocos y bastante controlables. A los primeros de la raza, su celo llegaba en oleadas fuerte e incontrolables que solo se suavizaban con sexo o con supresores. Empeoraban si sentían a una persona de su otra extención cerca. Los betas por en cambio solo se comparaba a un calor durante 3 días, algo controlable a decir verdad y más con supresores. Pero él había ignorado a su lobo durante demasiado tiempo y este, se cansó.
Tomó poseción de Yoongi durante toda una semana. Toda una semana de celo.
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Una semana atrás.
Hoseok estaba asustado, Yoongi estaba completamente sudado y sin camisa sobre su sofá, Jungkook le daba aire con un cartón que encontró pero eso no parecía desaparecer ni un poco la capa de sudor en la que el beta estaba. Gemía y se retorcía con la mejillas rosadas.
Ambos alfas sabían lo que estaba pasando pero estaban asustados, ningún beta que ellos conocieran había reaccionado de aquella manera ante el celo.
Hoseok sabía bien el porqué. Yoongi jamás aceptó la compañia de nadie que el le propuso después de la ruptura con Jimin, entendía que su celo ahora llegara de manera fuerte y eso le preocupaba porque entonces, el pálido entraría en su estado de negación, haciéndose daño.
La habitación estaba demasiado caliente, incluso cuando Hoseok abrió la ventana ayudaba con un cartón a ventilarla, el olor a hormonas que el beta desprendía lo asustaba. Yoongi jamás olía tanto en sus celos.
-¿Qué haremos Hyung? ¿No deberíamos llevarlo a un hospital?- Preguntó un Jungkook preocupado, se notaba a leguas, quitó la vista de su mejor amigo para mirar al menor.
-No, es peligroso, su olor es tan fuerte que podría pasar por el de un Omega fácilmente y se formaría la caza de inmediato- Contestó algo alterado.
-¿Y qué haremos entonces?
-He llamado a Namjoon para que nos ayude.
-¿A Namjonnie hyung?- El menor parecía no entender.
