Parte II: Ser

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Vueltas y vueltas y más vueltas.

Seguramente ya tenía hecho un hueco en su oficina mientras caminaba como loco e círculo, con una mano en su mentón y la otra acomodada debajo, dando soporte.

¿Qué mierda significaba aquello?

Su madre jamás había dicho o aprobado cualquier olor en la casa de Yoongi, y claro que el beta se había encargado muy bien se abrir las ventanas y ventilar el olor a nueces que lo ponía inquieto, ¿Cómo es que su madre se dio cuenta del olor? Rayos, en serio el sentido de los alfas eran demasiado desarrollados. Su madre nunca le había dado la aprobación de ningún olor de hecho, las pocas veces que había visitado a su hijo, se había deleitado con el suave olor de que dejaba su mejor amigo Omega a lavanda y muchas veces se echó a gruñir con el olor a piñas de Hoseok, ellos eran muy territoriales.

Lo sabía por la manera en la que buscaban marcar su territorio de manera inconsciente, ni siquiera ellos se darían cuenta, solo las personas observadoras. Lo sabía por la manera en la que su madre lo abrazaba, jugando con la punta de su nariz a través de su camisa. Por la manera en la que Hoseok pasaba su mano por su nuca. La forma en la que el mismo Taehyung, cuando durmió con él en el sofá de la casa de su mejor amigo, en medio del sueño dejo salir un gruñido en su cuello.

Así eran los alfas cuando marcaban territorio y aunque su madre sabía que Hoseok no era una persona mala, su lobo no evitaba gruñir cuando sentía su olor en la casa.

Entonces, ¿Por qué su madre dijo que le gustaba el olor de Jungkook? Por dios, Jeon era un alfa también.

Un alfa que no había escuchado gruñir desde que lo conoció.

Yoongi tenía en cuenta que la relación entre betas y alfas era bastante estrecha y a la vez competitiva. Se sabía que en las grandes manadas, los betas con suficiente actitud y fuerza podían desafiar al alfa por el control y por ello, los lobos se inquietaban dentro. Min era uno de esos betas.

No tenía un cuerpo muy desarrollado ni nada, solo porque era demasiado vago como para matarse en un gimnasio pero su madre varias veces se lo dijo.

Tienes la capacidad para desafiar.

La actitud relaja y protectora de su beta lo convertía en una amenaza por los alfas por ello, era normal para Yoongi encontrarse personas que le gruñeran en la calle y hasta le buscasen pelea en la calle. De hecho, recuerda que en la universidad casi tuvo un problema con Hoseok.

Casi le arranca el cuello por llevar demasiado el olor de Namjoon encima.

Había sido algo torpe ya que esa tarde Namjoon había salido de una de sus tantas clases de deporte casi sin aliento, ellos compartían clases así que Yoongi se acercaron y le prestó su toalla. Claro que no sabía que el olor del omega se quedaría tan impregnado en él. No fue culpa de Hoseok, su lobo se inquietó y debido a la manera de ser de Yoongi, se sintió amenazado. No fue hasta después que lo tuvo encima que el alfa reaccionó, disculpándose muchas veces.

Y, en su oficina, la primera vez que llegó a su trabajo escuchó muchos gruñidos de sus futuros compañeros de trabajo y lo entendía pero en realidad, a él no le interesaba quitarle a nadie su puesto de alfa, no quería eso.

Él era un simple beta y así se quedaría.

Pero Jungkook... ese chico, ese raro chico al que termino conociendo de la manera más extraña y que lo confundió con un Omega, ese chico no le había gruñido cuando le conoció.

¿Por qué?

Entonces entró Hoseok.

Con su usual alegría iluminando toda la sala que hizo que Yoongi se colocara una mano tapando sus ojos, no podía con tanta luz junta.

Hyung.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora