TREINTA Y SIETE

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Unanse a mi bello grupo LEYENDO A NANNY.

también agregenme a Facebook como Nanny Vera.
★★★

ALEJO:

Ha llegado el día soñado, el 14 de febrero arribo con un hermoso día soleado, verificó la hora, falta poco que llegue el atardecer.
Subo las escaleras para llegar a su departamento, tocó dos veces y espero, traigo conmigo un enorme ramo de rosas rojas pero eso no es lo importante, hoy le daré el mejor día de su vida.
Abre la puerta mientras una bella sonrisa se dibuja en sus labios, me abraza con fervor y yo correspondo esa muestra de afecto, la levantó del suelo llenándola de besos por todos lados.

- Feliz día mi Lucero - digo mientras le entrego el ramo.

Salta de emoción, me satisface ver como es feliz con tan poco.

Mis brazos la sostienen mientras giramos divertidos, ella me provoca esto, hacer locuras juntos y disfrutarlo.

Se ríe, está contenta, mí corazón acaba de encenderse con el sonido de su risa.
En solo un mes, ella logró reactivar los rincones de mí alma que creía que se apagaron para siempre.
¿Cómo podía ser tan encantadora?
¿

Cómo podía ser tan bella y dulce?

- Tengo una sorpresa para ti - susurró en su oído.

Sus ojos divertidos escrutan los míos para ver qué puede hallar en ellos, pero no pienso decirle nada.

- Ponte cómoda y vamos - digo besando su mano.

Asiente y desaparece entre los rincones del lugar para cambiarse de ropa, suspiro al notar como me gusta esos gestos infantiles que hace sin saber, corre como una niña en busca de su osito favorito.

Aparece de nuevo, no me importaba lo que vista porque como sea me gusta sin importar lo que use pero al verla mí pecho se descoloca.

- Moriré en está guerra - anuncio al notar su bella figura lucirse.

Trae una blusa blanca con aberturas de encaje, unos shorts de jean que hacen que su trasero se vea hermoso.

- Soldado caído - anuncia.

- Es está lucha siempre hay balas perdidas, una de ellas salió de ese escote - digo - Me dio aquí - apunto a mí corazón.

- Traigo la ventaja...

- Tú siempre tienes la ventaja.

Me acerco a ella, huele delicioso, su aroma se pega a mí piel, beso con sumo amor su clavícula. Me encanta ver como cierra los ojos y disfruta de nuestros pequeños momentos.

- Vamos antes de que me arrepienta y terminemos haciéndolo en ese sillón - le hablo antes de robar un beso de sus labios.

Su cabello enmarca su rostro, se ve tan juvenil y suelta que no puedo controlar la llama que arde en mi interior.

Salimos de su casa, subimos al coche y empiezo a conducir, siento la brisa fresca de la carretera en el cuello, Zaya parece estar nerviosa y no deja de observarme a cada minuto.

- ¿Me dirás dónde vamos? - pregunta inquieta.

- No - contestó.

Saco algo de la guantera, se lo pongo en las piernas para que lo vea, una venda para ella.

- Es sorpresa - digo- Tapate los ojos.

Duda unos momentos, y entiendo que tiene motivos para desconfiar pero me gustaría ver como reacciona al llegar. Lo hace, me fijo que no esté espiando. Apresuró el paso hasta llegar al lugar, veo que todo está justo como quiero.
Todo en orden.

VOY A ESPERARTE |COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora