CINCUENTA Y DOS +18

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¡Hey aquí arriba ☝☝☝ les dejo un video
Cuando lean >Play video< Reproducanlo para ir leyendo la letra y seguir el ritmo de la historia. Sería muy bonito que comprendan lo que yo sentí al oírla.

D

edicado a mí bella unicorniio_blanco

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ZAYA:


Oí la voz de Alexander pero ni siquiera me detuve a escucharlo con atención, sabía que probablemente estaba pidiéndome una explicación pero no me encuentraba de humor como para soportar sus celos.

-¡Zaya!

Di la vuelta para verlo.

-¿Qué? -pregunte molesta.

-¿Estabas con él? -quiso saber.

-No es asunto tuyo...

Llegué a mí habitación y me encerré a llorar, no podía soportar el dolor que tenía en el alma.
Di cientos de vueltas, no podía dejar de pensar en que le diría a Alonso, de que hablaríamos o si algo más ocurriría.

Percibía como mí cuerpo necesitaba del suyo, ambos teníamos una conexión única que no podía romperse pero debía hacerlo.

Observe la luna majestuosa que iluminaba el cielo de Italia, brillaba sobre por todo hasta por encima del Lucero, y así como ella perdió su resplandor, yo también sentí que lo perdí.

Me di un breve baño, me vestí con un pijama viejo y solo me dediqué a esperar, aguardar hasta oír que alguien tocaba la puerta.

El sonido llegó unos minutos después, los nervios corrían por mis venas haciendo que las manos me sudaran, no podía disimular que Alonso sabía cómo hacer que mí cuerpo reaccionara ante su presencia.

Abrí la puerta pero dude mucho en hacerlo, traía un pequeño girasol en una mano y en la otra una especie de libreta con un lápiz a un costado.

-Hola -saludo dándome la flor.

-Pasa.

Cerré la puerta rápido tras él, temía que alguien nos viera juntos.

-No me había percatado de la buena vista que tienes desde aquí -dijo viendo la luna desde la ventana.

-Es muy bonito.

No sabía cómo hablarle, no tenía suficiente motivación para iniciar una conversación que no tuviera que ver con nosotros.

-¿Qué traes allí? -pregunte apuntando a su libreta.

-Ideas -contesto.

Ambos nos quedamos viéndonos sin decir nada, necesitábamos ese instante de silencio sagrado mirándonos frente a frente, sentía como sus ojos me lo decían todo, sus miedos, sus sueños, su vida resumida en el fulgor de su mirar.

-Te extraño -susurro.

-Te extraño -respondí.

Mí estómago dio vueltas al notar como él se aproximaba a mí con cautela, casi temiendo que lo rechazará sin embargo no lo haría, necesitaba de su calor aunque sea por una noche. La última noche de nuestras vidas.

-Zaya Galleto, eres y siempre serás el gran amor de mí vida.

Una sonrisa triste salió de mis labios, odiaba sentir que esto no era más que una despedida pero lo era.

VOY A ESPERARTE |COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora