Anh parpadeó para disipar las lágrimas que se agalopaban en sus ojos y se obligó a reaccionar.
-Oh... Si, soy AhnRim -hizo una reverencia, Jaemin le sonrió aliviado. El corazón de Anh se detuvo un segundo al ver sus ojos.
Eran castaños, no azules.
-Llevo una hora tocando puertas, la dirección que me dieron está mal- masculló avergonzado, mirando su celular. Anh miró su cabello, radiante y al parecer; suave.
-Debes estar sediento, pasa. Gracias por venir -anunció automáticamente, su mente aún no despertaba de la impresión. Jaemin guardó su celular y le sonrió a la chica para hacer una reverencia.
-Si, gracias -caminó unos pasos y luego se detuvo -Oh, si- sacó una pequeña caja de su bolsillo y se la entregó con un guiño. -Feliz cumpleaños, AhnRim -se devolvió y salió al patio, donde todos estaban sacando la comida.
Anh miró la caja con estupefacción. Echó un vistazo hacia al patio y luego a su alrededor para verificar que nadie la viera. Quitó el moño con emoción y abrió la cajita.
Una hermosa pulsera de plata yacía ahí, sólo dos dijes la adornaban. Un sol y una flor. La acarició suavemente y la sacó para mirarla mejor. Levantó la mirada y vio cómo todos se acomodaban en las mesas montables para comenzar a comer.
Parpadeó de nuevo y dejó la caja a un lado para colocarse la pulsera y salir al jardín. Todos le sonrieron una vez fuera.
Anh sólo podía reír y disfrutar de su familia y amigos.
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HaeChan acomodó un colchón inflable en seguida de su cama y suspiró cansado. Jaemin dejó su ropa doblada en una silla y acomodó las cobijas en el colchón.
-Hey, no. Yo dormiré ahí, tú duerme en mi cama, está bien- le sonrió al chico.
-Oh, ¿en serio? Gracias -hizo una reverencia de 90 grados y se acomodó en la cama, HaeChan le sonrió y apagó las luces para acostarse en el colchón.
Jaemin miró el techo y cerró los ojos. Los dulces labios de Anh comenzaron a tomar forma al igual que su bello rostro.
Una luz hermosa la rodeó, aquel cuerpo de mujer comenzaba verse cada vez más suave.
Se acercó a ella. Sólo podía sentir la respiración de la chica en su cuello mientras daba pequeños besos en el suyo. Jaemin suspiró.
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21 de mayo del 2019
Anh bajó al comedor donde su tía y Jaemin estaban sentados conversando con su padre. Miró por todos lados, esperando a ver a HaeChan, pero no. Se sentó al lado de su padre y les sonrió a todos. Aunque sus ojos hayan quedado estancados en el castaño frente a ella.
Dios... Era tan guapo que sintió que la baba se le caería en cualquier momento.
-Se te caerá la baba en cualquier momento -le susurró su hermano a su lado. Anh espabiló avergonzada.
-Tú siempre tan oportuno, Hyukkie- masculló Anh. HaeChan rió levemente y le besó la mejilla. Unos minutos después su madre apareció con el desayuno. Todos comenzaron a servirse y a platicar.
Su madre hablaba abiertamente de su nuevo puesto como Médica Jefe en el gran hospital central de Seúl. Su padre la apoyaba y la hermana de su padre miraba orgullosa a su hermano.
-Cariño, ahora que lo pienso, como Jaemin viene de visita; ¿por qué no le das un recorrido? Sería bueno que conociera la ciudad y sus bellezas culturales- dijo su padre. Anh, que tomaba de su jugo; casi lo escupe por la impresión, el señor Lee, apurado, le daba palmadas suaves en la espalda mientras que HaeChan soltaba una carcajada al ver la cara de su hermana tornarse morada y luego roja.
-P-Papá, el debe tener sus... Propios planes- se escudó la menor de todos.
-De hecho no, me encantaría que fueras mi guía en ésta hermosa ciudad, sirve que nos conocemos más -dijo Jaemin mirándola entusiasmado, aquella hermosa sonrisa expandiéndose angelicalmente.
¿Y quién era Anh para negarse a aquél hermoso chico?
¡Alerta de Spoiler!
El siguiente capítulo será una cita entre Jaemin y Anh, muy, muy, muuuuyy, romántica.
Así que prepárense para ver a Nana en acción.
Gracias por leer y por sus hermosos comentarios. ✏💕