Conoce a Kim, la mercenaria más buscada, temida y odiada por diferentes razas. Ella es un imán para los problemas, pero no se abstiene de lanzarse de lleno en ellos y disfrutar cada momento. Irritantemente desinteresada para unos, absolutamente desp...
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Una semana ha pasado desde el ataque en la Arena de combate. Para mi amargura, los ataques a brujos no han cedido, aunque no hubo otro en el territorio de Black Hole. Sin embargo, no contaría eso último como algo positivo ya que puedo confirmar que aquel ataque en la Arena se trató de un show único y exclusivamente para mi persona. Tengo al Amo de esas criaturas detrás de mí. Pero no es el único, los guardianes y aquel maldito nuevo cartel con recompensa han complicado todo. Si bien, mi popularidad es algo que me pone orgullosa, me está costando mi maldita libertad. No puedo salir a merodear por Black Hole sin toparme con un cazarrecompensas e idiotas que intentan retarme a duelo. Por lo que me mantengo entrenando exhaustivamente con Blaz, física y mentalmente. Mi ansia a su alrededor es insoportable, pero eso me da la oportunidad de ir acostumbrándome. O eso es lo que esperaba. Maldita tortura.
Pese a mi cartel de se busca pegado en cada maldito rincón de Black Hole, he hecho todo lo posible por investigar sobre la mierda que se está desatando, pero lo único que estoy obteniendo es más mierda y nada que me lleve a la fuente de todo. Los brujos desaparecidos van en aumento y han aparecido casos de necrófagos trabajando con vampiros. Ese hecho sin dudas está volviendo esto en algo realmente malo, los vampiros están controlando magia aún más poderosa por lo que logré oír de otros residentes. Y hay una tensión en el aire, debido a que se está comenzando a temer una segunda guerra entre razas. Yo prefiero no pensar en algo tan extremo como eso.
Actualmente he recurrido a continuar husmeando la información que obtuve de la Central de Guardianes en mi rápido paso por allí, habían quedado algunas carpetas sin chequear. Gracias al cielo, logré ir a lo de Storm en un fugaz viaje en busca de su laptop y volver sin incidentes. Había interrogado a Mirt acerca de esta magia, pero al igual que los brujos, a él no le apetecía hablar sobre una magia tabú, pero me prometió que investigaría el caso de todos modos y me haría saber si descubre algo.
Así que, por el momento, aquí estoy, haciéndome amiga de un aparato. Mientras abría carpetas tras carpetas, tenía la leve esperanza de hallar algo sobre tipos de magias raras, preferentemente una carpeta que dijera "criatura-capaz-de-crear-jodidos-vampiros-mágicos" pero eso era tan improbable como colocar una caja de deliciosa pizza en frente de mis narices y no babear por ella. Mmm... di otro mordisco a la pizza en mi mano y seguí investigando.
Blaz se encontraba entrenando en el sótano-gimnasio, junto con el viejo Mirt, quien le estaba dando clases sobre el control de los chakras y cosas sobre energía y serenidad de los que realmente elijo pasar. Solo soy buena en enseñar a patear traseros, por lo que mi papel de sensei acaba de ser relevado por unas horas. Habían transcurrido varias cuando terminé de ver toda la información que faltaba. Me dispuse a estirar mis músculos al mismo tiempo que el teléfono móvil sobre la mesa comenzó a sonar.
Lo tomé sin ver el remitente y contesté.
—Aquí Kim, mercenaria-patea-traseros-a-domicilio las 24 horas, solo acepto efectivo, pero estoy dispuesta a hacer excepciones —digo al mismo tiempo que cerraba las ventanas de información en la laptop y abría una carpeta sospechosa.
