Conoce a Kim, la mercenaria más buscada, temida y odiada por diferentes razas. Ella es un imán para los problemas, pero no se abstiene de lanzarse de lleno en ellos y disfrutar cada momento. Irritantemente desinteresada para unos, absolutamente desp...
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POV Blaz
Caminé por el centro de Black Hole, intentando pasar desapercibido frente a las diferentes criaturas, fingía admirar cada negocio y producto mágico en exposición. Llevaba unas horas de recorrido ya, pero llegué aquí con un simple objetivo, buscar cualquier información que pudiera ayudar a Kim con lo que estaba ocurriendo. Lo que había sucedido en la Arena de combate estaba desatando el caos y el miedo, ahora podía verlo claramente. No se trataba de un caso aislado, el hechicero Mirt estaba en lo cierto, Kim se adentraba en medio de un peligro que amenazaba su vida y la de muchos más. No podía quedarme con los brazos cruzados esperando por las malas noticias, quería ayudar de cualquier forma posible, era un guardián debía hacer más que lamentarme. Estaba harto de ello. Y lo único que podría hacer por el momento era hallar información.
En las calles hablaban constantemente de ataques organizados por vampiros manipulando magia, estos invadían los territorios de brujos masacrándolos en extraños rituales. Oí a un par de brujos discutiendo, murmurando que, junto a otros que residen aquí, estaban planeando regresar a los territorios de los que eran procedentes fuera de Black Hole, en busca de acabar con la amenaza de su raza. Y no eran los únicos, pude oír a demonios y licántropos organizándose para atacar a vampiros instalados fuera de sus territorios. Querían evitar que una guerra volviera a ocurrir, pero con los vampiros siendo los protagonistas de una magia imposible no quedaban dudas que esto se dirigía hacia un enfrentamiento entre territorios. Aquello podría poner en jaque la frágil alianza que dispusieron en la última guerra. La creciente tensión en las calles era más que perceptible.
Pude notar que no había vampiros merodeando, no como la última vez que estuve con Kim. Y supe el por qué al ver cuando dos licántropos acabaron a un grupo de vampiros luego de retarlos a duelo. Nadie parecía saber de la criatura ancestral detrás de todos los hechos. Y no sabía si era algo bueno o malo.
El cartel con el rostro de Kim aún seguía ocupando las puertas de diferentes negocios y bares, pero noté que algunos habían sido arrancados o marcados con lo que al principio creí que era una especie de pintura negra, hasta que tuve a uno cerca y me percaté que se trataba de sangre. Sangre de demonio. Estaba lejos de conocer el significado de aquello, esperaba que su situación no empeorara. Debía mencionárselo al menos.
Finalmente dejé de dar vueltas, de lo contrario comenzarían a sospechar y la capucha no me protegería por mucho más, Kim mencionó que los cazarrecompensas acechaban el lugar y no quería ser el objetivo de uno. No sabía qué tanto se había esparcido la información del asesinato de un Maestro, ni si mi rostro había llegado más allá de la Central de Guardianes y no quería descubrirlo hoy, lo último que deseaba era darle más problemas a Kim. Por lo que me dirigí al bar Perdición, de todos modos, quedé con Iris de vernos allí. Estar con ella era agradable y necesitaba despejar mi mente de las voces fantasmas que parecían invadir cada vez más mis pensamientos. No lo pensé en ese entonces, pero ahora que me encontraba aquí, la incertidumbre y los nervios me mantenían tenso, su hermano era el actual Alfa y su frágil amistad con Kim no me posicionaba en un buen lugar. Pero debía formar mi propio camino, tenía la oportunidad de empezar de nuevo y no quería hacerlo a la sombra de mis miedos, eso no me ayudó en el pasado.
