Capítulo 7

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Capítulo dedicado a: @lupitha1992 ♥  

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Desenfundé mi espada.

—No te quiero en esto Blaz —él sabía que no podría enfrentarse a nada en este momento, estaba en su límite y no era capaz de reunir energía. Un blanco fácil. Retrocedió.

Me adelanté y comencé a cortar vampiros locos. Había logrado ignorar el ansia constante en la lucha con los demonios, pero ahora la sangre que esparcía a mi alrededor a medida que rebanaba a los vampiros mágicos, se sentía muy apetecible. Me saboreé por el atrayente aroma y maldije. Mordí mi labio para evitar hacerlo nuevamente.

Los vampiros me rodearon, eran cada vez más, pero solo algunos manipulaban magia, agradecí eso. Corté, rebané y pateé, pero seguían apareciendo. La sangre me rodeaba por completo, tan cerca de mí y en exceso, eso solo empeoraba la situación.

Sentí el ansia revolviéndose en mi interior, ya no era tan leve. Quizás el sello no me permita llegar a más que el doloroso deseo, pero no quería verme como si quisiera devorar todo a mi alrededor, tratándose de deliciosas rebanadas de pizzas.

Al decapitar a otro vampiro, su sangre salpicó peligrosamente cerca de la comisura de mi boca, mordí mi lengua para detenerla de pasarla por mi labio y maldije limpiando la sangre. Dejé que una esfera de magia me impactara en el hombro, mi mente se despejó gracias a esa sacudida de dolor.

Con nueva y determinada seguridad, arremetí. Aquellos vampiros que manipulaban magia eran más rápidos que los que no lo hacían. Esquivé una esfera de energía y corté las manos extendidas del vampiro que intentaba lanzar su mierda mágica hacia mi espalda. Pateé en el pecho a otro a la vez que cortaba la cabeza del que intentaba morderme. Eww.

Tenía una carnicería rodeándome e iba en aumento. A esto lo llamaría jodido karma. La sangre me mantenía concentrada en mi propio mundo de agonía cuando oí algo explotar junto con un gruñido feroz, que me arrancó de mi trance. Akram había cambiado a su forma animal, una bestia negra y completamente letal, con afilados colmillos y mortales garras. Era un lindo perrito con esteroides. El escudo invisible del que habló Blaz ya estaba fuera. Empujé a un vampiro y corté a otro, magia me impactó de lleno en mi espalda y comí arena. Inmediatamente me di la vuelta, aun estando sobre mi trasero, atacaría como fuera. El vampiro se lanzó hacia mí, pero no llegó a más porque una gran bestia peluda se abalanzó contra él.

Akram. Vi cómo arrancaba la cabeza del vampiro con sus afilados dientes, y no se detuvo solo allí, lo destrozó por completo, dejando un gran desastre a su alrededor.

—¡No pedí tu ayuda! —le grité con indignación, sabía que odiaba verme como una damisela en apuros, sus dientes fueron más visibles. El maldito se reía. Me puse de pie rápidamente y rebané la cabeza de otro vampiro. Akram se encargó de varios que manipulaban magia de un solo y mortal rasguño—. Presumido —murmuré. Vi a Jannick y a Kilian arremeter en su forma animal contra otra banda de vampiros que parecían salir de ningún lugar.

Magia muertaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora