N/A: ... Hola, sinceramente no sé qué otra cosa hacer más que pedir unas enormes disculpas. Estoy de regreso, eso sí. El año pasado comencé a tener problemas con respecto a mi salud mental y este año murieron dos de mis seres queridos, les ruego que me tengan paciencia, estoy pasando por momentos difíciles. Ya pronto iré con una psicóloga, deseenme suerte! :)
Muchísimas gracias por todo el apoyo, cada favorito y cada comentario me hace el día, me alegra mucho que disfruten de esta historia!! Son los mejores, los adoro<3<3<3
Actualizaré más o menos cada 15 días porque los capítulos serán más largos, espero que no les moleste el cambio!
XXIII
Fue cuando Manuel había logrado refugiarse en su aula vacía luego de haber corrido por los pasillos empujando a los niños que reían fuerte y sonreían, había llegado desesperado para así protegerse a sí mismo en la soledad o quizás para proteger a los demás de la rabia que le carcomía el alma y provocaba temblores en sus manos. Ahí, con la respiración agitada intentando tranquilizarse, fue cuando el timbre anunció el término del recreo y las risas de los pasillos fueron reemplazadas por un inentendible griterío.
Manuel dejó de respirar mientras sus compañeros entraban al aula y le rozaban los brazos desnudos al pasar por a un lado suyo, la maestra entró minutos después con una pila de libros en las manos y el cansancio plasmado en su rostro arrugado.
Volvió a tomar una gran bocanada de aire cuando sintió que todo estuvo en su lugar, que los segundos podían seguir avanzando y el tiempo funcionaba de nuevo. Era la última clase del día, pero ¿cuántos minutos de la clase habían pasado ya? ¿Dos minutos?, ¿quince? ¿Quizás media hora? ¿O la clase estaba pronto a terminar y aún no se había percatado de ello? Manuel quería irse, su respiración agitada se lo rogaba.
Sus compañeros se callaban cuando la maestra carraspeaba y alzaba la voz, pero retomaban sus conversaciones cada vez que ella se volteaba para escribir en el pizarrón, cada vez que les indicaba realizar un ejercicio de matemáticas y cada vez que se sentaba en su escritorio para llevarse las manos a la cabeza y suspirar agotada. Ellos hablaban, se reían y a veces gritaban, se levantaban y pasaban por un lado suyo a veces empujándolo sin querer o quizás queriendo, y la maestra regañaba a los que se paraban solamente para hablar con amigos de otra mesa, ella hablaba fuerte con su voz gruesa y áspera al leer el problema de matemáticas y apretaba con rudeza la tiza en el pizarrón.
Y Manuel no los escuchaba. Todas las voces las oía lejanas y mudas. Aparentaban ser insignificantes frente al desorden en su cabeza, tan sólo el incesante golpeteo de su lápiz estrellándose contra su cuaderno abierto en una hoja en blanco y la mina del lápiz rompiéndose de a poco eran lo único que lograba escuchar perfectamente junto a sus pensamientos enredados. Todas las personas a su alrededor las sentía como dentro de un sueño. En ese entonces, lo único que se sentía real eran sus ansias por huir, sus deseos por gritar fuerte y arrojar todas aquellas emociones en algún sitio.
Pero permaneció inmóvil y sin decir nada mientras se quemaba por dentro, mientras ardía y se consumía en la impotencia.
Manuel no volvió a ver a Martín en ese día. No lo hizo porque apenas sonó la campana, salió corriendo del aula; jaló de la correa de su mochila y la arrastró por el suelo. No se colocó su abrigo y salió así en playera de manga corta, no escuchó cuando la maestra le advirtió que se formara en la fila como sus demás compañeros, ignoró la mirada apenada de Daniel, no prestó atención a los "¿A dónde vas tan apurado, fenómeno?" de Miguel. Ni siquiera esperó a que su madre se asomara por la puerta de salida de la escuela, con su típica sonrisa dulce y sus manos suaves que siempre iban a parar a sus mejillas. Manuel se fue solo a casa. No pensó en que podría asustar a su mamá, no pensó en qué excusa decirle por tal decisión. Manuel caminó y no se paró a pensar. Ya no quería pensar más.
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Leéme (ArgChi)
Fanfiction[ArgChi AU] Manuel se la pasa todos los recreos leyendo mientras los demás niños jugaban en el patio de la escuela. A Martín le llama la atención que un niño tan pequeño leyera tanto y le extraña que siempre estuviera solo. ⚠Advertencia⚠: Angst. Vio...